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Los herederos de Aldo Gucci, el hombre que transformó la marca de Florencia en un fenómeno global, no están nada contentos con cómo la familia ha sido representada en la película que ha dirigido Ridley Scott y que puede verse ahora mismo en los cines de toda España, con Lady Gaga, Adam Driver, Al Pacino y Jared Leto en el elenco principal. La trama de La casa Gucci se centra en el asesinato de Maurizio Gucci, que fue herido de muerte por un disparo en su oficina en 1995. Preciamente Jeremy Irons, que da vida al patriarca, Rodolfo Gucci, aseguró en una entrevista con Reuters que la historia era irresistible, llamándola "valiente, descarada, destelleante e italiana". Sin embargo, aquellos que conocieron a los protagonistas reales de la historia no parecen tener tantas buenas palabras.
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© Gtresonline"A pesar de que se dice que han querido representar 'la historia real' de la familia... la película representa una narrativa que es todo lo contrario", ha asegurado uno de los actuales Gucci en un comunicado. "La producción no se preocupó en preguntar a sus herederos antes de describir a Aldo Gucci -que fue presidente de la compañía durante 30 años- y los miembros de la familia como mafiosos ignorantes e insensibles ante el mundo que les rodeaba", critican los descendientes del protagonista, descontentos con lo que ha querido representar el director estadounidense con un elenco de actores americanos. "Desde un punto de vista humano, es terriblemente doloroso y un insulto al legado sobre el que está construida hoy en día la marca", reiteran, señalando también que la representación de Patrizia Reggiani, a la que intepreta Gaga, es ofensiva por dibujarla como una "víctima que intenta sobrevivir en una cultura masculina y chovinista".
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"No podría ser más alejado de la realidad. En los 70 años de historia de Gucci en los que ha sido un negocio familiar siempre fue inclusivo. De hecho, precisamente en los años 80, en los que está ambientada la película, había varias mujeres en posiciones de alto nivel, y no solo miembros de la familia", insisten. La familia Gucci ya nada tiene que ver con la marca que aún continúa dominando los armarios de los más poderosos, y es así precisamente desde finales de los años ochenta, cuando Maurizio Gucci empezó a deshacerse de las acciones de la empresa antes de que fuera asesinado.
© GtresonlinePor contratar a un sicario que terminara con la vida de su exmarido, Patrizia Reggiani pasó 18 años en la cárcel, rechazando incluso la libertad condicional porque no tenía intención de trabajar en su vida, tal y como ella misma declaró, pero habiendo salido antes de que se cumpliera su condena total por buen comportamiento. Cuando fue puesta en libertad se le ofreció una compensación vitalicia de un millón de euros al año por ser la viuda, ya que había firmado un acuerdo privado con el empresario de Gucci dos años antes de su muerte.
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