Ha despertado de nuevo. El volcán Etna entró en erupción el pasado martes 16 de febrero, dejando unas asombrosas y casi hipnóticas imágenes, después de dos años “dormido”. Y es que la Naturaleza, aun cuando muestra su cara más violenta, tiene una belleza inconmensurable. Situado en la isla italiana de Sicilia, el Etna es el volcán en activo más alto de Europa —con 3322 metros— y, en los últimos años, ha entrado en erupción cientos de veces, aunque no todas fueron tan impresionantes como esta, en la que afortunadamente no hay que lamentar daños personales. Han sido varias las erupciones sucedidas que provocaron una columna de humo y cenizas de un kilómetro y grandes ríos de lava que se han podido apreciar desde el espacio e iluminaron la noche en la ciudad de Catania.