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En un año extraño lleno de cambios y cancelaciones no debería sorprender que el conocido Baile de Debutantes, que se celebra cada año en el mes de diciembre y junta a algunas de las jóvenes más prometedoras del mundo en un evento benéfico, haya tenido que posponerse. La covid-19 ha sido la culpable de que la cita en el hotel Shangri-La de París cambie de fecha al próximo 27 de noviembre de 2021, dando tiempo al mundo para recuperarse del trance.
© Getty ImagesAlgunas de las jóvenes up and coming que han participado en el Baile de Debutantes en los últimos años son Cristina y Victoria Iglesias, Tatiana Shin Botín, Ava Phillippe (la hija de Reese Witherspoon), los hijos de Cayetano Martínez de Irujo y Genoveva Casanova, María Carolina de Borbón Dos-Sicilias, la hija pequeña de Jean-Paul Belmondo o la del actor Forest Whitaker, además de Mirka Sajonia-Coburgo (hijo de Kubrat de Bulgaria y Carla Royo-Villanova), que fue el perfecto cavalier -es decir, acompañante- para las debutantes de 2018.
- ¿Cómo se preparan las debutantes para su gran noche?
© Getty ImagesLa revista Forbes calificó en su día al Baile de Debutantes como "una de las diez veladas más prestigiosas del mundo". Esta tradición comenzó en Inglaterra en el siglo XVIII y las jóvenes se presentaban ante la Reina vistiendo trajes blancos con guantes a juego y tiaras. En Francia, el baile empezó a celebrarse en 1957 y terminó en 1973. No fue hasta 1994 cuando Ophélie Renouard inventó la versión moderna que se hizo llamar "le Bal" con el objetivo de recaudar dinero para organizaciones benéficas. Señalan que ahora con Facebook y el resto de las redes sociales no es necesario hacer un debut como antes, por lo que se considera un momento inolvidable para lucir alta costura y hacer una presentación oficial en los medios de comunicación.
© Getty ImagesEl escenario no puede ser más idílico: se trata del mítico hotel Shangri-La de la capital francesa, aunque hasta el año 2012 se celebró en el Hotel Crillon. Se encuentra a escasos metros de los Jardines del Trocadero y desde sus habitaciones se divisan una espectaculares vistas de la Torre Eiffel. El hotel está ubicado en un palacio que sirvió de residencia al príncipe Ronald Bonaparte, sobrino nieto de Napoleón, y dispone de más de 3.000 metros cuadrados de superficie, con una espectacular escalinata e impresionantes salones. En diciembre de 2010 el edificio se convirtió en hotel, pero sigue manteniendo ese aire de residencia imperial.
