Desde que los concursantes de Supervivientes pusieran un pie en los Cayos Cochinos, sus cuerpos empezaron a notar los estragos de la falta de alimentos y de recursos. Tras la salida de la primera expulsada se pudo ver cómo incluso Bea Retamal había bajado de peso en apenas una semana de concurso, donde llegó a adelgazar hasta 4 kilos. Ahora, y después de haber pasado cinco semanas en Honduras, el aspecto físico de los robinsones se encuentra mucho más deteriorado y los cambios son más que evidentes. Mientras sus pieles empiezan a mostrarse cada vez más morenas (aunque mucho menos que en otras ediciones, ya que en ésta han tenido que hacer frente a numerosos temporales), sus cuerpos han empezado a adelgazar y a quemar grasa y músculo. La metamorfosis es mucho más acusada en unos concursantes que en otros, aunque a todos, en mayor o menor medida, se les aprecia un cambio.
Albert Barranco es el concursante que más ha cambiado desde que entró en Supervivientes 2020. Las imágenes que la organización del programa muestra de su quinta semana de concurso ponen de manifiesto las difíciles condiciones por las que ha tenido que pasar el extronista de Mujeres y Hombres y Viceversa. Su cuerpo ha perdido una importante cantidad de masa muscular y, donde antes se apreciaba músculo ahora se marcan los huesos. Aunque Barranco también se ha dejado crecer la barba, su rostro luce también mucho más delgado y fino que costumbre.
Rocío Flores, la estrella mediática de esta edición, también ha perdido peso, aunque en su caso el cambio es mucho menos evidente. La nieta de Rocío Jurado ha reducido volumen sobre todo en cintura y abdomen, algo que se aprecia en cómo le sienta la ropa, que ahora luce ligeramente más holgada que hace unas semanas.
Los hombres de esta edición son los que más evidencias físicas muestran en la quinta semana de concurso y, si bien aquellos apasionados del gimnasio son a los que más se les nota su paso por la isla, otros, como José Antonio Avilés, también han experimentado una notable pérdida de peso. El tertuliano es uno de los concursantes que más cantidad de grasa ha conseguido perder en su aventura en Honduras. Su silueta redondeada poco a poco comienza a desaparecer y, el colaborador de Viva la Vida presenta una figura ligeramente más estilizada.
En Playa Desterrada los supervivientes expulsados también sufren las consecuencias del reality. Ana María Aldón ha perdido varios centímetros de cintura y pecho y su rostro luce más afinado que cuando arrancó el concurso. Elena Rodríguez, Fani, Ferre, Jorge, Yiya, Ivana Icardi, Hugo Sierra, Antonio Pavón… todos han cambiado en estas cinco semanas de concurso. Haz clic en la galería de imágenes para ver sus transformaciones.