Carrie Symonds es de nuevo, desde este viernes, primera dama británica. Tras la holgada victoria electoral de su pareja, Boris Johnson, tanto ella como su mascota y el político vuelven a ocupar el 10 de Downing Street, lugar en el que se encuentra la residencia oficial de la persona que ocupa el cargo de primer ministro del país. A sus 31 años, Carrie es una conservacionista entusiasta que trabaja en el programa de Michael Broomberg de protección de los océanos 'Vibrant Oceans'