Tras una serie de impredecibles y misteriosos acontecimientos, el Secretario de Estado Voiello (Silvio Orlando) consigue colocar en el trono papal a Sir John Brannox (John Malkovich), un moderado aristócrata inglés, encantador y sofisticado, que toma el nombre de Juan Pablo III. El nuevo Papa parece perfecto, pero esconde algún secreto y cierta fragilidad. Enseguida se dará cuenta que no será fácil reemplazar al carismático Pío XIII: suspendido entre la vida y la muerte, Lenny Belardo se ha convertido en un santo y miles de fieles le idolatran, acrecentando el contraste entre fundamentalismos.