Tras su separación, llegaron a un acuerdo para compartir la custodia de la niña y parece que se están adaptando a la perfección. Los dos se vieron obligados a establecer su residencia habitual en Nueva York (Bradley vivía en Los Ángeles) y pasan la mitad del tiempo con Lea, aunque los períodos pueden variar de un mes a otro, dependiendo del trabajo y los horarios que tengan.