Aunque algunos preveían que el proceso de separación de Irina Shayk y Bradley Cooper iba a ser largo y tedioso, parece que todo ha sido resuelto de manera amistosa. Según publican los medios estadounidenses, el actor y la modelo han acordado una custodia compartida. Para ello, ambos se han visto obligados a establecer su residencia habitual en Nueva York -Bradley vivía en Los Ángeles- y cada uno pasará la mitad del tiempo con Lea, aunque los períodos pondrían variar de un mes a otro, dependiendo del trabajo y los horarios de sus padres.