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La primera mujer española que consiguió una medalla olímpica siempre tuvo muy claro que sería madre. El 4 de enero de 1999 cumplió su deseo con la llegada de Olivia, y el 16 de diciembre de ese mismo año con el nacimiento de David. Sus hijos eran, tal y como ha dicho en numerosas ocasiones, "sus mejores medallas"

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"Gracias por todo lo que has hecho por nosotros, nos has dado la vida y ahora nos toca a nosotros vivirla sin ti. Te prometo que vamos a lucharlo todo, absolutamente todo", dice la hija mayor de la fallecida

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David, por su parte, le promete que tanto él como su hermana lucharán a diario "para que te sientas la madre más orgullosa del mundo" y que van a ser felices para que ella también lo sea. "Jamás olvidaremos tu eterna sonrisa, que por suerte hemos heredado", añade

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