En una entrevista concedida días antes de su boda, Pilar Rubio confesó que su hijo mayor era "muy cariñoso, dulce y sensible", como ella, y que "no se quejaba jamás por nada", como su padre. Marco, el mediano, ha heredado sus ojos azules y "su cabezonería", aunque también tiene cosas de su padre, como el "genio" del futbolista