En menos de un mes, la vida de Sara Carbonero e Iker Casillas ha dado un giro de 180 grados. A principios de año, la periodista volvía a la televisión con una sección de entrevistas en Deportes Cuatro. "Que haya empezado a trabajar no significa que no piense en un tercer hijo", decía. El portero, por su parte, firmaba la renovación de su contrato con el Oporto, club donde esperaba retirarse y terminar su brillante carrera deportiva. Ahora, todos esos proyectos han quedado en el aire. El pasado 1 de mayo, Iker sufrió un infarto de miocardio y tuvo que someterse a un cateterismo. Debe guardar reposo y seguir un tratamiento durante varios meses y los médicos le han desaconsejado colocarse de nuevo bajo los palos de la portería. Veinte días después, Sara anunciaba que tenía cáncer de ovario. "Me quedan unos meses de lucha", aseguraba. Por el momento, se desconoce cuáles son los planes de futuro del matrimonio, si se quedarán en Oporto o regresarán a Madrid, donde la periodista tiene a sus médicos y a su familia. El pasado fin de semana, la pareja estuvo en Navalacruz, el pueblo de Iker, y si deciden quedarse en España podrían instalarse con Martín y Lucas en su casa de la urbanización madrileña de La Finca.
Si vuelven a Madrid tendrán que decir adiós a la gran familia portuguesa que han formado durante su estancia en el país vecino. Iker y Sara llegaron a Oporto en julio de 2015 y desde entonces su círculo de amistades no ha hecho más que crecer. El portero ha hecho buenas migas con los futbolistas del Oporto Adrián López y Óliver Torres. La periodista, a su vez, se ha hecho amiga de sus respectivas parejas, Alba Álvarez y Patricia Gómez. A finales de marzo, los seis disfrutaron de un fin de semana a orillas del Duero y se lo pasaron tan bien que Sara publicó el siguiente mensaje junto a esta foto: "¿Nos vamos o nos quedamos? La familia que uno elige".
Casillas, de 38 años, ha encontrado en Adrián López y Óliver Torres un gran apoyo. Los futbolistas han estado con el portero en sus horas más bajas, enviándole mensajes de ánimo a través de las redes sociales y visitándole en el hospital. "Eres un toro y puedes con todo. Te espero para otro zumo. Te quiero, tío", publicó Óliver Torres. Adrián López, por su parte, escribió: "Aunque siempre me las lies en la habitacion te quiero mucho. Un abrazo enorme, amigo".
Aunque suelen hacer muchos planes en pareja, de vez en cuando Sara disfruta de Oporto con la única compañía de sus amigas. Aquí la vemos con la malagueña Alba Álvarez, mujer del futbolista del Oporto Adrián López, y Blanca Antón, pareja de Alberto Bueno, ex futbolista del Oporto. "Queda inaugurada la temporada del 'todo vale': el cuello alto o escote, mangas cortas o chaqueta, la pana.... ¡todo!", publicó Alba Álvarez junto a esta foto.
Dentro del campo forman un gran equipo, pero fuera de él también. Lo que ha unido el Oporto parece que no lo separa nadie y en esta foto vemos a Iker con tres de sus mejores amigos, Adrián López, Óliver Torres y Alberto Bueno. Además, Sara está muy bien acompañada por Patricia Gómez, Blanca Antón y Alba Álvarez. Estas dos últimas son mamás por partida doble, como la periodista. Sara tiene dos niños, Martín y Lucas, que han jugado en numerosas ocasiones con Lucía y Fabio, los hijos de Blanca, y Carla y Lía, las niñas de Alba.
A principios de año, el matrimono celebraba la baby shower de Lía, la segunda hija del futbolista Adrián López y Alba Álvarez, con sus amigos de Oporto. Un mes después, en febrero, Sara voló a Madrid para sorprender a su amiga Isabel Jiménez con otra fiesta por su embarazo. “Sara está como loca, somos como hermanas. A Martín y Lucas los quiero como si fueran mis sobrinos”, comentó la presentadora de Informativos Telecinco.
Recientemente, uno de los lugares preferidos de Sara en Oporto cerraba sus puertas y la periodista le dedicaba estas bonitas palabras a su dueña, Teresa Valle, con quien posa en esta foto. "La primera vez que fuimos a la Mercearia do miguel llevábamos 15 días viviendo en Porto. La encontramos por casualidad, porque estaba justo debajo de nuestra casa y nos habían dicho que hacían unos zumos buenísimos y unas ensaladas de verduras y hortalizas ecológicas de chuparse los dedos. Fue entonces cuando conocí a Teresa Valle. Al principio casi no hablábamos, solo lo cordial. Ella en un perfecto castellano que me puso las cosas fáciles desde el primer momento. Poco a poco fuimos compartiendo más ratitos, muchas veces yo iba sola a escribir o leer cualquier cosa, pero siempre estaba ella y aunque no habláramos me sonreía y yo sentía ese calor tan necesario cuando empiezas de cero en una ciudad. Con el tiempo y sin forzar nada, nos dimos cuenta de que compartíamos muchos gustos, aficiones e inquietudes y Teresa se convirtió en una de mis mejores amigas, algo más que eso, mi 'ángel de la guarda'. Ella es la persona más generosa y positiva que me he encontrado en esta ciudad. Siempre dispuesta a ayudar, a facilitar las cosas, a tranquilizar. Gracias por estos años de recuerdos que nunca olvidaremos, porque hay lugares donde uno se queda, y lugares que quedan en uno. Para siempre", publicó.
Además de sus compañeros de equipo, Casillas ha formado un equipo de lo más divertido con los papás del cole de Martín y Lucas. Aquí le vemos, rodeado de todos ellos durante la fiesta que organizaron para celebrar Halloween.
Sara, por su parte, también formó un gran equipo con las mamás del cole de Martín y Lucas, sobre todo, con Joana Mateus Guerra, con quien protagonizó esta divertida foto en la pasada cena de Navidad. A principios de año, la periodista decía que no se planteaba volver a Madrid. "Ahora mismo no, cuando tenga que ser será, pero ahora mismo nuestra vida está en Oporto", dijo. "Mis hijos están muy adaptados a Oporto, que es una ciudad maravillosa para vivir con niños, por su dimensión, por tener el mar cerca de casa... es una suerte. Ellos están felices. Martín llegó con un año y Lucas, aunque nació en Madrid, ha vivido siempre allí", añadió.
Nada más llegar a Oporto, Iker y Sara hicieron nuevos gracias a Martín, porque el niño iba a la guardería, según contó la periodista. "Como cualquier niño de su edad irá a la guardería. ¡Estoy deseando¡ Porque él ya se aburre, necesita contacto con otros niños y yo necesito que se canse un poco", declaró entre risas. Martín se adaptó a la perfección a la guardía e hizo muchos amigos, cuyos padres se convirtieron, a su vez, en amigos de Iker y Sara. Como estas parejas, a las que invitaron hace un par de años a las fiestas de mayo de Navalacruz.