1/6El pasado martes 19 de febrero el mundo de la moda lloraba la pérdida de Karl Lagerfeld. El denominado como 'káiser de la moda' fallecía a los 85 años de edad, en París, tras llevar un tiempo enfermo. Según publicaba Daily Mail horas después aludiendo a fuentes cercanas al modisto, un cáncer de pancreas causó su muerte.
Tras conocerse la noticia, fueron muchos los rostros de la moda, la política, la realeza y el espectáculo que reaccionaron, a través de las redes sociales, con gran tristeza y rindieron su homenaje al que fuese uno de los diseñadores más influyentes y célebres del siglo XXI y un símbolo icónico y universal de estilo.
Tres días después, han sido sus íntimos los que se despedían de Karl Otto Lagerfeld en el crematorio de Mont-Valerien, en Nanterre.
Tal y como informa 'Closer', antes de las 15.00 horas, el coche fúnebre que llevaba el cuerpo sin vida del diseñador ha entrado en la funeraria, donde ya se reunían sus familiares y amigos. Tras una breve ceremonia, ha sido incinerado, un deseo que había dejado claro en varias entrevistas: "No me gustan los funerales, quiero mantener mi última imagen en la memoria de la gente", había confesado.
El pasado martes 19 de febrero el mundo de la moda lloraba la pérdida de Karl Lagerfeld. El denominado como 'káiser de la moda' fallecía a los 85 años de edad, en París, tras llevar un tiempo enfermo. Según publicaba Daily Mail horas después aludiendo a fuentes cercanas al modisto, un cáncer de pancreas causó su muerte.
Tras conocerse la noticia, fueron muchos los rostros de la moda, la política, la realeza y el espectáculo que reaccionaron, a través de las redes sociales, con gran tristeza y rindieron su homenaje al que fuese uno de los diseñadores más influyentes y célebres del siglo XXI y un símbolo icónico y universal de estilo.
Tres días después, han sido sus íntimos los que han rendido tributo a Karl Otto Lagerfeld en el crematorio de Mont-Valerien, en Nanterre.
Poco antes de las 15.00 horas el coche fúnebre que llevaba el cuerpo sin vida del diseñador ha entrado en la funeraria, donde ya se reunían sus familiares y amigos. Tras una breve ceremonia, fue incinerado, un deseo que había dejado claro en varias entrevistas: "No me gustan los funerales, quiero mantener mi última imagen en la memoria de la gente", había confesado.