Maroon 5 desató una lluvia de fuego y cohetes además de un impresionante juego de luces durante su actuación, que generó alabanzas y críticas a partes iguales. Uno de los aspectos más comentados fue la decisión de su vocalista, Adam Levine, de ir desnudando su torso poco a poco mientras avanzaba el espectáculo: apareció con una chaqueta negra y acabó sin camiseta, luciendo su espectacular colección de tatuajes. Maroon 5 interpretó algunos éxitos del disco con el que debutaron en 2002 e interpretó canciones como This love o She will be loved, que coreó todo el estadio.