La futura condesa de París heredó de su padre la curiosidad por las culturas extranjeras y el temperamento y los dones artísticos de su madre y de su bisabuela, la pintora Gabriele Murad-Michalkowski. Philomena estudió en la prestigiosa universidad La Sorbona de París “Lengua y Civilizaciones rusa y germánica” y trabajó durante cinco años para una empresa francesa de extracción de rocas.