Este jueves, la modelo ha tenido que enfrentarse, como hacen muchas madres cada día, a la ardua tarea de dividir su tiempo entre las exigencias que le plantea su carrera y las necesidades de su pequeña, aunque finalmente ha logrado conciliar ambas actividades. En primer lugar, Lorena Van Heerde acudía a la fiesta de Navidad de Alexia, una celebración que ha incluido chocolate con churros y muchas manualidades.