Ana Boyer y Fernando Verdasco están a punto de cerrar un año de lo más intenso que comenzó en el puente de diciembre de 2017 con su boda soñada en la paradisíaca isla de Mustique, en el Caribe. Acompañados por solo sesenta personas, sellaron su amor en una sencilla iglesia de bambú, el inicio de su nueva vida en común. Un mes después y, tras dejar el precioso ático que habían alquilado en Madrid dos años antes, los recién casados se establecieron en Doha, lugar donde el tenista tiene fijada su residencia. Desde entonces Ana y Fernando han vivido su particular vuelta al mundo. Ella le ha acompañado allá por donde sus compromisos profesionales le han llevado. Dale al play y no te pierdas el último año de la pareja.