El momento más romántico de la noche fue, sin duda, el que protagonizaron Glenn Weiss y Jan Svendsen. Al subir a recoger su premio, el reconocido director ofreció un emotivo discurso en el que quiso hacer mención a su pareja, a la que, de manera inesperada, pidió matrimonio: "Mi madre siempre me decía que había que buscar el lado positivo y resplandeciente de las cosas y mi mujer es la luz de mi vida. Por favor, nunca te apagues, no puedo dejarte ir… No quiero seguir llamándote mi novia, porque quiero llamarte mi esposa".