El estadounidense, de 80 años, ha querido pronunciarse a través de su representante: "Cualquiera que me conozca o haya trabajado conmigo sabe que no soy alguien que ofenda intencionadamente o que haga que alguien se sienta incómodo a sabiendas. Me disculpo con cualquiera que se haya sentido así o que crea que le he faltado el respeto. Nunca fue esa mi intención", ha dicho