¡Y por fin llegó la novia! En torno a la una de la tarde (hora española), Meghan Markle hacía su entrada en la Capilla de San Jorge. Bajo la atenta mirada de su prometido, el príncipe Harry, y de todos los presentes, Meghan se dirigida hacia el altar, seguida por un pequeño cortejo de pajes y damitas de honor. Luciendo un vestido de la firma Givenchy y la tiara 'bandeau' de la reina Mary (prestada por la reina Isabel II), Ms. Meghan Markle estaba a punto de convertirse en 'Su Alteza Real'.
El príncipe Harry y Meghan Markle han dejado claro que la suya no es una boda real 'al uso'. Prueba de ello es que el sermón de la ceremonia ha corrido a cargo del obispo Michael Bruce Curry, de Chicago, Illinois, en un guiño a la tierra natal de la novia real. El obispo, que no quería olvidarse ni una palabra del emotivo discurso que tenía preparado para los novios, se ha servido de un iPad para seguir el sermón, protagonizando uno de los momentos más divertidos de la ceremonia.
A la salida de la Capilla de San Jorge, pudimos ver, tras la ceremonia, una de las escenas más significativas del enlace real. De izquierda a derecha: la hermana de la princesa Diana, Lady Jane Fellowes (que trajo el recuerdo de Diana a la ceremonia leyendo el Cantar de Salomón); Dona Ragland (la madre de Meghan Markle); el príncipe Carlos junto a su mujer, la Duquesa de Cornualles; y la princesa Charlotte -de tres años- junto a su madre, la Duquesa de Cambridge.
Charlotte ha vuelto a bordar su papel como damita de honor. Tras formar parte del cortejo que siguió a la dama de honor más célebre de la historia, Pippa Middleton, Charlotte ha demostrado que conoce su papel a la perfección. La hija de los Duques de Cambridge ha sido la más graciosa y simpática de la boda. No ha estado nada tímida y, a la salida de la Capilla de San Jorge, nos ha regalado uno de los momentos más graciosos, saludando, efusivamente, al público que allí esperaba.
Los miembros más cercanos de la familia real británica dijeron adiós, por unos minutos, a los recién casados, que iniciaban su recorrido en carruaje por las calles de Windsor. Todos ellos les esperarían en el Salón de San Jorge, que acogió el banquete nupcial.
Tras la ceremonia, la pareja real salió en el carruaje 'Ascot Landau' para recorrer las calles de Windsor. Escoltados por la Household Cavalry, los Duques de Sussex recorrieron las calles de la región, donde les esperaban miles de ciudadanos que han querido vivir con ellos este gran día. La pareja salió del Castillo de Windsor, paseando las calles de Castle Hill, High Street, Sheet Street, Kings Road, Albert Road y, finalmente, los casi cinco kilómetros que componen ‘The Long Walk’, que marcaron su camino de vuelta al Castillo de Windsor.
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Los recién casados acudieron a la recepción ofrecida por el príncipe de Gales en Frogmore House y lo hicieron en un Jaguar-E. Meghan optó por un diseño de Stella McCartney
La ex-novia del príncipe Harry, Chelsy Davy, fue una de las primeras en llegar a la Capilla de San Jorge. Pese a que ya se había comentado que Chelsy podría estar entre las asistentes, nos hemos quedado sin palabras al ver que, en efecto, no ha querido perderse la que ha sido la boda real del año... Y no ha sido la única. La otra ex-novia del príncipe Harry, Cressida Bonas, también ha figurado entre los invitados a la ceremonia. Harry mantiene una buena relación con sus ex, al igual que su hermano, que también invitó a sus exnovias a su boda con Kate Middleton.
Tan sólo cinco minutos es el tiempo que ha tardado David Beckham en convertirse en trending topic. El ex-fubolista británico eligió para la ocasión un traje de la casa Dior, demostrando, una vez más, por qué es uno de los hombres más elegantes y también más atractivos del mundo. Su llegada a la boda ha causado furor en las redes. Beckham acudió acompañado por su esposa, Victoria Bekcham, elegantísima de azul marino si bien el que ha causado sensación hoy ha sido él.
Si la llegada de David Beckham causó gran expectación en Windsor, la del actor George Clooney y su mujer, Amal, no fue para menos. Tan simpático como siempre, George saludó a los allí reunidos, incluidos los agentes de seguridad que se encargaban de que todo fuera a la perfección en este gran día. Por su parte, Amal ha dejado claro que sabe cómo convertirse en una invitada de excepción. Con un vestido monocolor amarillo ha logrado ser, sin duda, una de las asistentes más elegantes de la boda.
En torno a las doce y media de la mañana (hora española) llegaba el esperado novio. A su lado, caminaba su 'best man', su hermano mayor, el príncipe Guillermo. Harry ya ejerció este papel en la boda del Duque de Cambridge, y hoy ha sido él quien se dirigía al altar. Para este gran día, ambos lucieron el uniforme de caballería los 'Blues and Royals', un regimiento al que el príncipe Harry se siente muy unido (abandonó su carrera militar el pasado 2015).
La reina Isabel II y su marido, el Duque de Edimburgo, fueron los últimos invitados en acudir a la Capilla de San Jorge. Este fue uno de los grandes momentos del enlace, ya que suponía la reaparición del Duque de Edimburgo en la escena pública. Tras haberse sometido a una operación de cadera, el Duque se vio obligado a mantenerse alejado de los eventos y actos sociales. Pero este era un día muy especial, ya que su nieto, el 'más querido' de la Reina, el príncipe Harry, estaba a punto de darse el 'sí, quiero' con Meghan Markle.