La salida de los novios de la Capilla de San Jorge ha sido el momento más esperado. Tras los aplausos y los "¡Vivan los novios!" Harry y Meghan se han dado su primer beso de casados. Allí, en el Claustro de la Herradura, esperaban esos invitados anónimos, elegidos por la aportación que hacen a sus comunidades, con los que los novios querían celebrar su día
Meghan Markle ha marcado la diferencia y son sus decisiones las que hablan alto y claro. No ha tenido problema en recorrer sola el pasillo de la Capilla de San Jorge ante la ausencia de su padre, justo antes de llegar al altar ha sido el príncipe de Gales el que le ha acompañado hasta el príncipe Harry
Los invitados, los regalos, los anillos, la decoración florar, la música... Cada decisión de los novios habla de la forma de ser de la pareja. Harry y Meghan han sabido crear una boda a su medida combinando la tradición de la Casa Windsor con el gusto personal de ambos y los guiños a los orígenes de la novia
Habían pasado diez años desde que Windsor no celebraba una Boda Real, la de Peter Phillips y Autumn Kelly, sin embargo, esta encantadora población a orillas del Támesis ha demostrado este 19 de mayo que viven con entusiasmo los eventos de la Familia Real británica. Cuando Harry y Meghan han bajado la escalinata, el Claustro de la Herradura (espacio que rodea la entrada) ha vibrado de felicidad por el nieto de la Reina
Ante la ausencia de Thomas Markle, ha sido el príncipe Carlos, Heredero a la Corona, el que ha acompañado a Meghan Markle en los últimos metros hasta el altar
El punto de vanguardia y cercanía se ha puesto con la decisión de los novios de usar el nombre de pila. Nada de Henry Charles Albert David ni de Rachel Meghan, hoy como siempre han sido Harry y Meghan
Los oficiantes han sido el deán de Windsor, el reverendo David Conner y Justin Welby, arzobispo de Canterbury y líder espiritual de la Iglesia anglicana, quien además se encargó de bautizar a la novia el pasado febrero y que igual que Harry estudió en el cercano Eton College.
Como cabía de espera, el voto de obediencia ha quedado fuera e los votos, tal y como la princesa Diana hizo en su enlace con el príncipe Carlos. Ella fue la primera y ese gesto, después de que la propia Reina hubiera hecho la promesa ante el Duque de Edimburgo, fue muy comentado. No todas las novias de la Casa Windsor siguieron sus pasos, pero tanto Kate como Meghan lo han hecho.
Meghan Markle en una imagen con la Familia Windsor, su nueva familia, al fondo
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La suma de invitados peronales, sin embargo, se reduce a 530, un número mucho menor que los 1.900 que acudieron al enlace de los Duques de Cambridge, celebrado en la Abadía de Westminster el 29 de abril de 2011.
Tras los votos, el príncipe Guillermo ha entregado al Arzobispo las alianzas para su bendición. El anillo de Meghan, hecho con una pieza de oro galés regalo de la Reina, mientras que Harry, totalmente innovador, ha elegido una alianza de platino de acabado texturizado.
“Meghan te doy este anillo como una señal de nuestro matrimonio. Con mi cuerpo, te honro, todo lo que soy te doy, y todo lo que tengo lo comparto contigo, dentro del amor de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo”, ha dicho Harry antes de entregar a su prometida, ya mujer, la alianza con el oro de las reinas