El Príncipe puede presumir de tener grandes amigos en la política, como Barack y Michelle Obama, con quienes comparte su lucha por un mundo mejor. La ex Primera Dama solo tiene buenas palabras de Harry de Inglaterra: “Es nuestro príncipe azul”.
Quien conoce al príncipe Harry cae sin remedio en su red de amistades. En la imagen, el Príncipe celebra con David Wisey Wiseman y el equipo de relevos 4x50m el oro en la prueba de natación de sus Juegos Invictus.
El príncipe Harry conquista a grandes y pequeños; hombres y mujeres; monárquicos y no monárquicos; espectadores y periodistas... Mascotas incluso. Conoció en los Juegos Invictus a la preciosa Golden Retriever de nombre Jasmine, un perro de servicio de alerta médica que ayuda a su propietario David Romero, un veterano de la Fuerza Aérea. El Príncipe estaba claramente prendado por su amiga de cuatro patas, y no pudo evitar agacharse a darle mimos.
Harry de Inglaterra tiene muy buena conexión con los más pequeños. En la imagen, Pippa, hija del ganador británico del doble oro en ciclismo reclinado (recumbent), Rob Cromey-Hawke, se ganó los mimos del Príncipe en los Juegos Invictus.
Harry de Inglaterra, el Príncipe encantador, dio un cortés beso en la mano a la nonagenaria Ruth Uffleman, que deleitó a la propia dama y arrancó suspiros muy sonoros a las demás con ocasión de los Juegos Invictus.
Harry de Inglaterra no pierde la esperanza de un mundo mejor para todos. En la imagen, el Príncipe asistía desde las gradas al espectáculo junto a uno de los fijos de los Juegos Invictus, el sargento técnico de la Fuerza Aérea Israel Del Toro, que sufrió quemaduras en el 80 por ciento de su cuerpo después de una explosión de IED en Afganistán en 2005.
El príncipe Harry hizo oficial su relación de unos pocos meses con la chica que con el debido tiempo ha resultado ser “la mujer con la que estoy a punto de casarme”.
Al príncipe Harry le llevó muchos años digerir la trágica muerte de su madre, Diana de Gales, y permaneció a la deriva durante décadas marcado por su pérdida.
Su Real Majestad participa del sentido de la diversión de Harry de Inglaterra, se presta a sus juegos y, gracias a una lección aprendida del pasado, le anima a recorrer su propia ruta: “Ella es tan sorprendente, nos dejó elegir nuestro camino. Mi abuela dice que hay que tomarlo con calma y tener tiempo para nosotros”.
Estas pocas palabras, “mi más querido y apreciado nieto”, han bastado a los buenos entendedores, que habían visto en cada confidencia, en cada risa, en cada beso entre abuela y nieto una significativa muestra de este cariño especial.