En ella, aparecen sus manos sujetando una caracola de la que se asoman las pinzas de un cangrejo. A simple vista, la imagen no tiene mayor misterio, pero hay algunos que se han fijado especialmente en el anillo dorado que Irina luce en el dedo anular de su mano izquierda, precisamente donde suele llevarse la alianza de boda, aunque la costumbre cambia dependiendo del país y las tradiciones.