A pesar de que hoy brilla gracias a su faceta como cantante, al parecer, Soraya siempre quiso triunfar en el mundo de la actuación.
Después de trabajar como azafata de vuelo, su gran oportunidad llegó gracias a Operación Triunfo, programa que la catapultó directa al éxito. No obstante, nunca abandonó su faceta interpretativa, consiguiendo su primer papel protagonista en el corto Triste soledad de un violinista, del director gallego Roberto Lolo. Anteriormente, realizó distintos cameos en series de televisión como 7 vidas o Manolo y Benito Corporeision, así como programas como La hora de José Mota y El programa de Berto.