Durante este tiempo, tanto Michael como su mujer, la popular actriz argentina Luisana Lopilato, han estado volcados en el cuidado de su hijo mayor, que ya tiene cuatro años, y que está practicamente recuperado después de haberse sometido a una innovadora terapia en Estados Unidos. La pareja anunció en noviembre de 2016 que suspenderían su vida profesional para centrarse en su familia, que siempre ha sido lo más importante para ellos, y hoy respiran mucho más tranquilos.