Durante los dos días que los Trump pasaron en Japón, el primer país de su gira, fueron recibidos por los Emperadores. En un país de gestos medidos y tradiciones milenarias, la prensa del país esperaba con ansia ver las maneras que desplegaba Donald Trump al encontrarse con Akihito de Japón. “¿Hará una reverencia o no? Esa es la cuestión”, se preguntaban los medios nipones. Finalmente el Presidente hizo una leve inclinación de cabeza que pareció resultar el gesto justo, ya que cuando Barack Obama realizó una reverencia de casi 90 grados ante el Emperador, durante su viaje oficial en el año 2009, levantó un aluvión de críticas, sobre todo desde los Estados Unidos. Al entonces hombre más poderoso del mundo no se le cayeron los anillos por hacer este gesto de profundo respeto ante el Emperador –que cumplirá los 84 años en diciembre y ha sido uno de los hombres que más ha trabajado para cicatrizar las heridas de la Segunda Guerra Mundial-, sin embargo muchos no estuvieron de acuerdo en que un Jefe de Estado tuviera que realizar este gesto delante de otro.