Pero, a pesar de sentirse muy orgullosa de ser una de las dobles más fieles de su ídolo, la joven de Newcastle reconoce que esto también le ha traído algún que otro problema con sus admiradores, al considerarla una ‘impostora’.
No obstante, ella no se siente intimidada por nadie y asegura que no ha copiado deliberadamente su imagen: "Nada me impulsó a tener esta apariencia. Soy rubia natural, razonablemente alta y delgada. Mi 'estilo Taylor Swift' solo consiste en el lápiz rojo de labios y el delineador de ojos que, personalmente, considero que es el maquillaje que más me favorece".