La exmodelo tenía una idea muy precisa lo que quería para un momento tan especial de su vida y lo confió al diseñador francés, a quien no conocía personalmente antes del encargo.
“Me dio un par de claves: no quería un gran vestido de fiesta, sino algo elegante en color marfil o vainilla. Tenía que ser realmente correcto porque iba a ser parte de la historia de este país. He diseñado miles de vestidos, pero la gente recordará especialmente este”, reveló el propio diseñador recientemente al The New York Times.