A pesar de ello, Bella es una joven de su tiempo, por lo que no ha podido a resistirse a la tendencia ‘tattoo’, eso sí, de una forma muy personal. En vez de grandes dibujos completamente expuestos, la maniquí de 20 años se ha decantado por diseños de pequeño tamaño, apenas perceptibles para el ojo.
De este modo, se ha puesto en manos de unos de los artistas más prestigiosos de Nueva York, Jon Boy, para esbozar una diminuta rosa sobre su codo izquierdo. El resultado es un tatuaje pulcro y minimalista que añade un toque muy sexy a su ya armoniosa figura