“Una imagen vale más que mil palabras” era la frase con la que la propia Pastora declaraba abiertamente su estado sentimental a los periodistas congregados en la gala de los Premios Platino. Muy celosa de su intimidad, la intérprete, ataviada con un sofisticado vestido blanco de encaje, rehusó hacer más declaraciones al respeto, pero su radiante sonrisa y su cara de felicidad no necesitaban más comentarios, tal y como ella misma indicó a la prensa.