La madre de Ariana Grande refugió a diez fans en el camerino de la cantante para ponerlos a salvo en cuanto vio la situación de caos que se extendía por el pabellón
Ariana Grande y su novio, el rapero Mac Miller, en una imagen de archivo. Tras el atentado, el joven la esperaba en el aeropuerto de Boca Ratón en Florida, con quien se fundió en un emocionado abrazo tras la tragedia sucedida tras su concierto en Manchester