Su sentido del humor era legendario. Y la anécdota del obituario que escribió una década antes de su muerte, en su autobiografía de 2008, Wishful Drinking, no viene más que a confirmarlo. Acerca del vestido blanco que llevaba en la primera película de La Guerra de las Galaxias, Fisher recordó: “George [Lucas] se me acerca el primer día de rodaje y echa una mirada al vestido y dice: ‘No se puede llevar sujetador bajo ese vestido... porque no hay ropa interior en el espacio’. Lo dijo con tal convicción como si hubiera estado en el espacio realmente, hubiera mirado a su alrededor y no hubiera visto ningún sujetador, ninguna braga, ningún calzoncillo en ninguna parte”. Según Fisher, Lucas le razonó que la ingravidez del espacio podría expandir el cuerpo, pero no el sostén. De manera que sería estrangulada por su propio sujetador. "Ahora creo que sería un fantástico obituario, por lo que les digo a mis jóvenes amigos: no importa cómo me vaya, quiero que informen de que me ahogo en la luz de la luna, estrangulada por mi propio sostén", escribió. Así sea.