1/8 © Getty Images

Abogada, madre de dos hijas, mujer del cuadragésimo cuarto presidente de los Estados Unidos y la primera afroamericana en llegar a la Casa Blanca. Michelle Obama tomó en el año 2009 el testigo de Laura Bush y durante estos ocho años empezó a ganarse a pulso un sitio en la historia. Haciendo de la vida sana y de la educación de las niñas sus principales caballos de batalla, esta mujer de 52 años nacida en Chicago ha sabido convertirse en fuente de inspiración. Su sentido de la responsabilidad ha formado un engranaje perfecto con su sentido del humor, todo ello envuelto en naturalidad y espontaneidad. Estos son solo algunos de los motivos por los que echaremos de menos a la mujer de Barack Obama después de las elecciones presidenciales -que tendrán lugar el 8 de noviembre- y que harán que a partir del 20 de enero otra familia ocupe esta casa del número 1.600 de la Avenida Pensilvania.

2/8 © Getty Images

Romanticismo en la Casa Blanca. Durante estos dos mandatos nadie ha cuestionado a Michelle y Barack Obama como la pareja perfecta, haciéndonos olvidar rápido esos escándalos que azotaron a algunos matrimonios presidenciales en el pasado. Desde besos en la Kiss Cam durante los partidos de baloncesto, hasta gestos cargados de amor entre bambalinas o mensajes en redes sociales. Con ellos el romanticismo traspasó los muros de la Casa Blanca, eso sin olvidar que no han tenido problema en contar cómo fue esa cita en la que se enamoraron o en declararse su amor públicamente. “Tu pelo está un poco más gris pero yo te quiero más que nunca” o “Cincuenta y cinco años y esa sonrisa que me sigue recibiendo cada día” son algunos de los mensajes que Michelle ha dedicado a su marido en los últimos años. Mientras que él, lejos de olvidar su aniversario de boda, le dedicó un romántico "Veinticuatro años bailando juntos" con una imagen que derritió las redes sociales.

3/8 © Redes sociales

Una maestra de las Redes Sociales. Michelle Obama ha sabido usar todas las “armas” a su alcance para hacer visible las causas que le preocupan y así ha usado con maestría las Redes Sociales. Aunque tiene cuenta en varias plataformas lo cierto es que tiene unas claras favoritas: Twitter, en donde tiene casi seis millones de seguidores y es una bitácora perfecta de su día a día; Instagram, allí sus seguidores superan con holgura los siete millones y se pueden encontrar desde imágenes familiares o mensajes románticos hasta personajes anónimos que representan las causas o los valores por los que ella vela, y la última incorporación, Snapchat, en donde se estrenó este verano y con la que ha llegado a lo más jóvenes con una imagen fresca y espontánea. Estas imágenes son solo una muestra de las muchas que comparte en su cuenta de Instagram.

4/8 © Gtresonline

Cercana a la realeza europea. Durante sus años como Primera Dama y en el desempeño de sus funciones, Michelle Obama ha conocido a multitud de personas, con algunas de ellas su relación ha traspasado las fronteras de la amistad y entre ellos hay varios miembros de la realeza europea. La mujer de Barack Obama ha encontrado en doña Letizia –con la que ha coincidido en numerosas ocasiones- una buena aliada para su proyecto de educación infantil y con el príncipe Harry –al que ha llamado con humor el “príncipe azul"- comparte otra causa, el bienestar de militares heridos o enfermos en acto se servicio, por lo que ella fue la mejor embajadora que el Príncipe podía tener en la última edición de los Juegos Invictus que se celebró en Estados Unidos. En estos años Michelle se ha encontrado con la Reina de Inglaterra, con los Reyes de Holanda o los Príncipes de Mónaco, entre otros, pero si hay una cita en la que nos robaron el corazón esa fue cuando el matrimonio presidencial conoció a George de Cambridge. Fue el pasado abril cuando el hijo de los Duques de Cambridge estaba listo para irse a la cama, pero no lo hizo sin antes saludar al Presidente y a la Primera Dama, así de paso pudo agradecerles el caballito de madera que le habían regalado cuando nació. ¡Adorable!

5/8 © Archivo

Tiene humor, mucho humor… “Flipo en colores. ¡Está aquí!”, exclamó Michelle Obama cuando conoció a uno de sus ídolos Harrison Ford, al que habían invitado a la Casa Blanca. Frases como esta ha tenido muchas a lo largo de estos años y es que si algo ha demostrado la Primera Dama es un excelente sentido del humor. Al son de Thriller de Michael Jackson se arrancó a bailar en la última fiesta de Halloween, la hemos visto rapear, encajar a la perfección la encerrona de bailar un tango en su viaje oficial a Argentina y bromear en algunas de sus entrevistas. En una de las más recientes cuando Ina Garten –conductora del programa Barefoot Contessa y prolífica escritora de libros de cocina- le dijo que se alegraba por su nueva etapa ya que estaba segura de que iba a hacer cosas maravillosas después de ser Primera Dama, Michelle espetó: “Sí, voy a ir a comer a tu casa, así que no te sorprendas”. “Te deseo unas largas y románticas vacaciones”, dijo la presentadora. A lo que Michelle contesto con humor: “Cuento con ello yo también… ¿Dónde está?”. “Organiza algo”, dijo esta vez mirando directamente a la cámara para enviar el mensaje a su marido.

6/8 © Getty Images

No tiene miedo a los micrófonos ni a la televisión. Durante estos años, Michelle Obama ha demostrado que no teme ni a los micrófonos ni a los platós ni a los presentadores más “gamberros”. Recientemente recorrió con Ellen Degeneres un establecimiento para hacer una divertida compra de los artículos que necesitará cuando salga de la Casa Blanca, con la misma presentadora pero esta vez en plató se lanzó a bailar una pulida coreografía y le retó con una dosis de flexiones. Su último gran golpe de efecto fue en The Late Show With Stephen Colbert, en donde se metió en una improvisada tienda de campaña. El pasado julio, cuando participó en uno de los programas con más tirón de los últimos tiempos, Carpool Karaoke de James Corden. Mientras el coche recorre los jardines de la residencia oficial más protegida del mundo, Michelle cantó a pleno pulmón Single Ladies de Beyoncé.

7/8 © Gtresonline

Un estilo que ha evolucionado a "impecable". Ya sea en una cena de gala o en un encuentro más informal, el estilo de Michelle Obama siempre llama la atención y ocupa siempre la cúspide de las primeras damas mejor vestidas. Al principio de llegar a la presidencia trataron que el look de Michelle fuera algo más conservador, pero a la vista estaba que ni era ella ni le favorecía. Cuando abandonó los cortes clásicos, los colores oscuros y dio a su pelo y su maquille un aire más actual su look dio un giro radical y el glamour tocó a la puerta de la Casa Blanca convirtiéndose en una creadora de tendencias que inspira también a golpe de estilo. La silueta A le favorece especialmente a su figura y hace de los colores claros o vivos sus mejores aliados. La Primera Dama de Estados Unidos suele acudir a diseñadores norteamericanos para apoyar el diseño de su país aunque, como demostró en su último viaje a España, también sabe cómo hacer un guiño al país que le recibe. Así que apostó por un vestido de tejido texturizado en blanco con una pequeña capa a la espalda y dos lazos a la cintura, firmado por DELPOZO. ¡Todo un detalle! Para la historia (de Estados Unidos y también de la moda) queda su aparición en la última cena de gala en la Casa Blanca con espectacular diseño a medida firmado por Atelier Versace con el que estaba deslumbrante.

8/8 © Gtresonline

¡Abanderada de la vida sana! En un país en el que la obesidad y sus problemas derivados de la alimentación y el sedentarismo azotan a buena parte de la población, Michelle Obama se puso manos a la obra para fomentar los hábitos de vida saludable, especialmente entre los más pequeños. Buena alimentación, ejercicio y ser conscientes de lo que comemos. Así fue con en una de las viviendas más protegidas del mundo, la Casa Blanca, se creó un huerto que a lo largo de sus ocho años de cultivos ha producido miles de toneladas de comida que han sido donados a comedores sociales. “Se nos ocurrió esta idea interesante de excavar un poco en el jardín sur, y plantar un maravilloso jardín que se convertiría en un espacio para hablar sobre los alimentos que comemos", explicó Michelle Obama antes de empezar a plantar su última cosecha. “Es como mi bebé y ojalá que esta no sea la última siembra, ojalá que haya otras administraciones que retomen este proyecto y sigan convirtiendo esto en parte de la tradición de la Casa Blanca", añadió de una idea que se puso en marcha en tiempos de la Segunda Guerra Mundial de la mano de Eleanor Roosevelt.

Más sobre: