Acorde con la naturaleza discreta del anfitrión, los medios de comunicación tenían prohibida la entrada al espectacular evento. En declaraciones de aquellos días a The Chester Chronicle, Hugh dijo: "La fiesta fue simplemente increíble: un cumpleaños y una fiesta que nunca olvidaré. Es el inicio de una nueva era en mi vida". Ahora como VII Duque de Westminster.