Los elementos, la madre tierra, acompañaron el show. Río 2016 hizo una llamada de socorro, para tratar de concienciar de los problemas de la contaminación y el consiguiente calentamiento global, y las consecuencias trágicas que pueden tener en cada país del mundo. Sobre el suelo del Maracaná, en una pantalla gigante, se centró la representación de la historia y desarrollo del país sudamericano. Con las notas del 'Aquele Abraco' de Gilberto Gil y enseguida con la interpretación del himno nacional a cargo del sambista Paulinho da Viola se vivieron los primeros compases, dando paso a la noción de Brasil como hija de la naturaleza