La periodista se ha instalado en Asturias, su tierra natal, y su cuenta de Instagram se ha llenado de imágenes que destilan una gran paz. Lara se ha perdido entre la naturaleza con su perro Choco, ha salido a navegar y hasta se ha animado a practicar surf. También ha aprovechado para ver a sus amigos de siempre y pasear por su “Gijón del alma”. Sin duda, un verano muy diferente al del año pasado, cuando recorría el mundo de la mano de Fernando Alonso