1/3Tras vivir en Castellón y más tarde en Sevilla, Diego e Iria se instalaron en Madrid en enero de 2013. Pero lejos de seguir la estela de sus compañeros y comprarse una gran casa a las afueras de la ciudad, el portero y su mujer se decidieron por una casa en el centro. Durante este tiempo, la pareja ha hecho una vida muy normal y discreta. Él salía a pasar con sus chicas tras los entrenamientos y ella, de vez en cuando, acudía a algún evento
Tras vivir en Castellón y más tarde en Sevilla, Diego e Iria se instalaron en Madrid en enero de 2013. Pero lejos de seguir la estela de sus compañeros y comprarse una gran casa a las afueras de la ciudad, el portero y su mujer se decidieron por una casa en el centro. Durante este tiempo, la pareja ha hecho una vida muy normal y discreta. Él salía a pasar con sus chicas tras los entrenamientos y ella, de vez en cuando, acudía a algún evento