Lo que parecía un día más de trabajo para Jonathan, un limpiador de cristales especializado en edificios de altura, se convirtió en una experiencia límite cuando quedó suspendido en una góndola a más de 100 metros del suelo. Sucedió en una de las torres más altas de Plaza de Castilla durante el gran apagón que afectó ayer a toda España y a países colindantes como Portugal. La falta total de luz eléctrica detuvo la maquinaria, dejándolo atrapado durante cuatro horas junto a un compañero de trabajo.
La sucesión de los hechos
"Estaba con el compañero y cuando fue a hacer la acción o el movimiento de bajar la máquina para continuar limpiando el cristal, nos dimos cuenta de que no teníamos luz", relató Jonathan en el programa de Y ahora Sonsoles. La situación se volvió preocupante rápidamente: "Entonces mi compañero abrió el cuadro de luz de la góndola y se dio cuenta de que no había nada de luz".
La odisea que vivieron durante horas en las alturas
Según explicaba a Sonsoles Ónega, no era la primera vez que sufrían un incidente similar: "Hace dos meses, hubo un problemilla con la máquina y terminamos en la misma situación. Nos quedamos sin luz y no sabíamos nada". Esta vez, sin embargo, la dimensión del suceso era mucho mayor. "Llegó un momento en el que de tanto esperar, llamamos a varios compañeros, que no cogieron el teléfono".
Finalmente, descubrieron el origen del problema de forma inesperada: "Después de varias llamadas, incluido a nuestros jefes, descubrimos mediante una noticia que nos saltó en el teléfono que había habido un apagón exageradamente mundial, vamos, nacional", comentaba el limpiacristales este martes en La mirada crítica, el programa presentado por Ana Terradillos.
La comunicación con su familia
En medio de la incertidumbre, Jonathan logró llamar a su esposa para contarle lo que sucedía. "Me dio tiempo a avisar a mi mujer a la una menos veinte de la tarde. Le dije: "Cariño, estoy aquí colgado, no sé lo que va a pasar". Durante la llamada, Conchi, su mujer, le confirmó que también en su casa no había electricidad: una pista más de que el problema era generalizado. Ella misma acompañaba a su marido al programa de Antena 3 para contar la gran preocupación que vivió duran la tarde del lunes.
Una dramática experiencia que continuó en tierra firme
La historia no terminó con el rescate. Tras ser bajado al suelo, Jonathan aún tuvo que subir a pie las 53 plantas del edificio para recoger sus pertenencias. "Después de bajarnos, tuve que subir 53 plantas andando para recoger mis cosas..., y luego andando a casa", explicó. Su regreso fue agotador: "Volver a casa fue un infierno, teniendo en cuenta que tuve que ir andando hasta Getafe". El impacto emocional fue igual de intenso: "Llegué a casa con mucho cansancio mental. Era agotador no poder llegar a casa después de eso".
El recuerdo tras el apagón
Pese a la tensión, Jonathan no perdió el sentido del humor, aunque reconoce que lo peor fue "la incertidumbre de: ¿Cómo van a poder rescatarnos si no nos cogen el teléfono?".
El apagón dejó sin suministro eléctrico a gran parte del país y afectó gravemente a servicios esenciales y al transporte público. La experiencia de Jonathan pone el foco en la necesidad de reforzar los protocolos de emergencia y comunicación, especialmente para quienes desempeñan trabajos de alto riesgo.