Estrenada en septiembre de 2022 por Movistar Plus+, Apagón es una miniserie original de cinco capítulos inspirada en el podcast El gran apagón, de José A. Pérez Ledo. La premisa era sencilla pero potente: una tormenta solar arrasa con las infraestructuras eléctricas y deja a toda España sin suministro. La serie no necesitó efectos especiales grandilocuentes, ya que su enfoque era otro: mostrar cómo reacciona la sociedad -y cada individuo- cuando la normalidad desaparece de golpe.
Cada episodio está dirigido por un cineasta diferente: Rodrigo Sorogoyen, Raúl Arévalo, Isa Campo, Alberto Rodríguez e Isaki Lacuesta, pero todos comparten un tono realista y cercano. El primer capítulo, Negación, dirigido por Sorogoyen y escrito junto a Isabel Peña, se sitúa en el epicentro de la gestión de la crisis: el Centro de Emergencias. Desde ahí, asistimos al colapso en tiempo real y a las tensiones entre quienes deben tomar decisiones. Las escenas del tráfico caótico en Madrid o las dudas de los expertos resuenan ahora con fuerza tras los recientes cortes eléctricos en España y parte de Europa.
Un espejo de nuestra fragilidad
Lejos de imaginar un apocalipsis con zombis o meteoritos, Apagón retrata un escenario más probable: el desmoronamiento silencioso de lo cotidiano. Sin electricidad no hay hospitales, gasolina, internet ni teléfonos. La vida sigue, pero todo es más lento, más incierto y más desesperado. La serie muestra cómo cada persona -un sanitario, un padre, un agricultor, un vecino- lidia con esta nueva realidad. No hay héroes, hay supervivientes.
Esta estructura recuerda a El colapso (Filmin), miniserie francesa también formada por relatos independientes pero conectados, que plantea un derrumbe del sistema sin causas claras. Y, como en Mr. Robot (Prime Video), la tecnología, normalmente invisible, se convierte en un eje central cuando deja de funcionar.
Ficción y realidad, cada vez más cerca
Como era de esperar, la aclamada serie de Movistar+ especial ha cobrado gran relevancia tras el apagón parcial del lunes. Aunque breve, el corte en el suministro energético afectó a parte de España, Portugal y el sur de Francia. Las imágenes de gasolineras colapsadas, trenes detenidos y personas buscando cobertura se parecían demasiado a escenas ya vistas en la ficción. La diferencia es que esta vez no se trataba de un guion.
Apagón no pretendía anticipar el futuro, pero lo hizo. Como ya ocurrió con la pandemia y películas como Contagio (Soderbergh), la línea entre lo imaginable y lo posible se estrecha. Al final, lo más inquietante de la serie no es lo que muestra, sino lo que sugiere: que nuestra dependencia de la electricidad es total y que, sin ella, todo se tambalea. En cuanto a los reconocimientos que recibió, esta producción de Buendía Estudios ganó en los Premios Forqué 2022 los galardones a mejor serie de ficción y mejor Interpretación masculina para Jesús Carroza.
Un retrato sin adornos
A veces, lo más aterrador no es lo espectacular, sino lo cotidiano. Por eso, cuando esta miniserie muestra a un hombre recogiendo agua en una fuente pública o a una familia racionando comida, lo que sentimos no es miedo a lo desconocido, sino el eco de algo que podríamos vivir mañana. Y tal vez por eso conviene verla -o revisitarla- ahora. No como entretenimiento, sino como una advertencia.