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Paz y Anna Padilla HO+4212

Su aventura más emotiva

Paz Padilla y su hija, Anna Ferrer, nos confiesan: 'Nunca hay tiempo suficiente para estar con un ser querido'

La presentadora y su hija Anna han reabierto las puertas de 'El Trompeta', el mítico establecimiento que regentaba su hermano en Zahara de los Atunes y que se convirtió en escenario del mejor de los homenajes sonando de fondo 'My Way' 


26 de abril de 2025 - 17:02 CEST

Paz Padilla y Anna Ferrer vivieron hace unas semanas un fin de semana inolvidable: madre e hija inauguraron el bar 'El Trompeta' en Zahara de los Atunes, el mítico chiringuito del hermano de la presentadora, fallecido el pasado mes de octubre. Luis dejó un hueco irremplazable en el corazón de Paz, que no dudó ni un momento en mantener vivo su legado reabriendo este establecimiento, uno de los más conocidos en su querida Zahara. Un homenaje que tras meses de duro trabajo por fin ha podido celebrar rodeada de familiares y amigos y sobre todo, con el apoyo inquebrantable de su hija Anna, su mayor apoyo en los peores momentos. 

Entre lágrimas y levantando la copa para brindar, fueron varias las ocasiones en las que recordó su memoria con anécdotas, agradeció el apoyo de los suyos y celebró la vida, esa que ella tanto disfruta a pesar de los duros golpes que le ha dado la vida. ¡HOLA! la acompañó durante aquel intenso fin de semana y ha hablado con madre e hija de este precioso proyecto en el que han puesto todas su energías y su alma. 

Paz y Anna Padilla HO+4212© José Manuel Santamaría

Madre e hija han vuelto a poner en marcha el chiringuito que Luis, el hermano de la presentadora, fallecido en octubre, tenía en Zahara de los Atunes: "Era su gran ilusión"

Paz y Anna Padilla HO+4212© José Manuel Santamaría

— ⁠Paz, han pasado casi seis meses desde la triste marcha de tu hermano Luis, ¿cómo te encuentras? 

— Me encuentro bien, es muy triste perder a un hermano, y sobre todo mi hermano Luis con el que me llevaba solo dos años y no hay día de mi vida que no habláramos, es mi hermano del alma. Lo que más echo de menos es siempre sus palabras de alegría, sus ganas de cachondeo y su alegría de vivir. Luis era una persona magnética y le echo mucho en falta. 

— ¿Qué significa para vosotras volver a poner en marcha su gran proyecto? 

— PAZ: Él puso en ese proyecto toda su alma, tenía el don de alegrar la vida a los demás.Compartíamos la necesidad de hacer feliz a los demás creando un ambiente divertido donde todos se sintieran felices. La verdad es que al irse de forma repentina, tuve junto Anna y mi cuñada la necesidad de continuar su legado, volver a poner en pie el Trompeta con todo lo que él significaba. Era para nosotras la manera de mantener todo lo que él era para el mundo. La alegría, el cachondeo, los amigos…

— ANNA: Nunca lo hubiéramos hecho si no fuera por Luis. El Trompeta era su gran ilusión, a lo que dedicó mucho tiempo, esfuerzo y cariño y nos daba mucha pena que se perdiera. Así que pensando en lo que a él le hubiera gustado nos metimos en esta aventura. Este sitio era especial pero porque él lo era, la gente venía solo para verle a él, porque por su manera de ser te enganchaba al momento y ya no podías ir a Zahara y no tomarte una cervecita con él. Eso va a ser muy difícil de igualar, pero haremos todo lo posible por mantener esa esencia y estar a la altura. Al final no hemos inaugurado un bar, hemos cumplido un sueño, su sueño. 

— Paz, ⁠¿en qué momento tomaste la decisión de ponerte al frente? ¿Qué ha sido lo más duro? 

— Esa misma semana, en el entierro nos llegó la noticia que había gente interesada en el local, mi cuñada me lo contó llorando y le dije, no te preocupes lo cogemos nosotras y hacemos que siga vivo “El trompeta”. En la muerte de un ser querido todo es duro,pero he aprendido en mis pérdidas que no puedo verlo como algo terrible, intento transformar ese dolor en tristeza, la muerte convive con nosotros y el no pensar en ella o no quererla ver como posibilidad no ayuda. He aprendido que la vida es una constante pérdida y que nos tenemos que acostumbrar a ella, lo que nos decimos de eso, nos puede ayudar o destrozar. Nunca hay tiempo suficiente para estar con un ser querido. Pero también sé que estamos hechos para sobrevivir. Un día soñé que me moría y que veía a mi gente llorando y me daba una pena enorme,les decía no llorar!! no quiero veros así, quiero que estéis bien, no me merezco que las personas que amo sean desgraciados, nooo!!! Ellos no me oían y no podía evitar que lloraran y eso me angustiaba, cuando me desperté pensé que mi hermano no se merece eso, si me está viendo quiero que esté en paz y feliz.

Paz y Anna Padilla© José Manuel Santamaría

— ⁠¿Y lo más bonito? 

— PAZ: Lo más bonito es trabajar con mi hija, y con mi familia. Tenemos claro que esto no es un negocio es un legado, es mantener a mi hermano vivo, he aprendido que mientras se recuerde no se van. Que la vida continúa después de la muerte si tú los sigues recordando.

— ANNA: Ver a toda su gente reunida con tanta alegría. Vino gente desde muy lejos para acompañarnos en este día tan especial y solo de mirar alrededor y verles bailar y reír me daban ganas de llorar de la emoción. 

— Tengo entendido que toda la familia y muchos amigos se han volcado con las obras, ¿cómo lo habéis vivido? 

— PAZ: Madre mía!!! No paraba de llover y teníamos que resolver unos problemas de gotera, hemos estado temblando hasta el mismo día para poder terminarlo todo. Han venido muchos amigos de Madrid, Barcelona, Alicante, Cádiz, Mallorca y todos los hemos puesto a trabajar. Estamos rodeados de grandes amigos que son mi familia.

— ANNA: Sin su ayuda hoy aún estábamos sin sillones donde sentarse (risas). Qué suerte la nuestra de tener amigos de los de verdad, de los que se cruzan España y encima se manchan las manos. Eso sí, creo que con el atardecer del Trompeta y la música en directo les hemos compensado 

— ⁠¿Qué creéis que pensaría Luis de este lavado de cara que le habéis dado? 

— PAZ: Estará feliz, es verdad que Anna al estar tan preparada, con estudios de economía y con el máster que hizo de creación de producto y además la experiencia de Nonina nos ha enseñado lo que tenemos que hacer para levantar una marca, hemos aplicado la experiencia. Ahora solo esperamos que le guste que venga y que hagamos del trompeta un refugio para el visitante donde encuentre todo lo que busca en sus días de descanso. Esperamos acertar.

— ANNA: Lo que hemos hecho ha sido plasmar la esencia del chiringuito pero en la decoración del restaurante. Creo que hemos conseguido que al entrar notes esa vibra playera, esa energía de buen rollo y paz que acompaña al lugar.

— Paz, tu cuñada también ha participado en esta reapertura de “El Trompeta”, ¿qué está significando para ella? 

— Todo. Lloramos mucho y también nos hace feliz. Nunca imaginamos que el destino nos uniría tanto.

— El Trompeta era el apodo con el que cariñosamente conocían a tu hermano, ¿de dónde venía? 

— PAZ: Hace muchos años le regale una trompeta y aprendió a tocarla, estaba todo el día con ella, mi madre le puso ese apodo (risas).

Paz y Anna Padilla© GTRES

— ¿Qué momentos habéis vivido en el Trompeta que recordáis con más cariño? 

— PAZ: Recuerdo mucho el cumpleaños de él que lo celebramos en agosto, los abrazos que nos dimos, los recuerdo constantemente y le doy gracias al universo por haberlo vivido.

— ANNA: Al final Zahara es el sitio donde siempre nos hemos juntado mi familia y donde tengo los mejores recuerdos, desde los veranos que pasaba con mi abuela Lola y mis primos, la boda de mi madre, mis primeros proyectos… El mejor plan de verano que te puedas imaginar. 

—  ⁠Este chiringuito es un lugar emblemático de Zahara de los Atunes, ¿qué es lo mejor que tiene para vosotras?

— PAZ: La alegría de vivir, la luz del sur, la sensación de que nadie es forastero, que se puede hablar con la que está al lado y no sentirte nunca solo. Su atardecer, su paz y calma, mientras suena My Way. El Trompeta es casa. 

Paz y Anna Padilla© José Manuel Santamaría
Paz y Anna Padilla© José Manuel Santamaría

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