El cortejo fúnebre del Papa Francisco recorrerá este sábado las calles de Roma para su entierro en un vehículo, pero “a paso de persona” para que los fieles puedan darle un último adiós a Su Santidad, como ha informado la oficina de prensa del Vaticano. Después, su destino final será la basílica de Santa María la Mayor, donde será enterrado en la capilla, según sus propios deseos. La ruta se hará a paso solemne durante seis kilómetros por el corazón de Roma y seguirá parcialmente el trazado de la antigua Via Papalis, la procesión que hacían antiguamente los pontífices tras ser designados entre San Pedro del Vaticano y la basílica de San Juan de Letrán, catedral de la diócesis de Roma.
El trayecto, que estará cargado de simbolismo, se recorrerá lentamente para que los romanos y fieles puedan ver el paso del féretro, al que seguirá un reducido número de coches que transportarán a algunos cardenales, aunque el tráfico general estará cerrado, lo que colapsará el centro de la capital italiana.
El jefe de la Protección Civil, Fabio Ciciliano, declaró en rueda de prensa este jueves a EFE que se ha montado un estricto protocolo logístico para garantizar la seguridad del evento y la de los fieles que acompañarán al Papa en su despedida. También añadió que se estima que el número de fieles que pasarán antes por la capilla ardiente -ya han pasado más de 128.000- aumentará en las próximas horas. "Recuerdo que la ceremonia del entierro será una ceremonia privada, mientras que inmediatamente después se dará a los fieles la oportunidad de llegar al lado de su santidad, y obviamente la concentración sostenida de fieles debe tomarse en gran consideración", señaló Ciciliano.
Reto organizativo y de seguridad
Según confirmaron a EFE fuentes de la Policía Nacional, el cortejo del Santo Padre supone uno de los mayores retos a nivel organizativo para las autoridades italianas, ya que pasará por delante de lugares tan emblemáticos como el Coliseo romano, y esto supone una de las mayores preocupaciones de las autoridades italianas. Tras el final del funeral, que comenzará a las 10:00 horas del sábado, la procesión pasará por la galería Príncipe Amadeo de Saboya, recorrerá el Corso Vittorio Emmanuele y llegará a la plaza Venezia, para luego girar hacia los Foros Imperiales. Desde ahí, tomará la Via Labicana y la Via Merulana, dejando al fondo San Juan de Letrán, hasta llegar a la plaza de Santa María la Mayor.
Del mismo modo, Ciciliano anuncia que se preparan para recibir a multitud de visitantes, que llegarán hasta Roma en las próximas horas para despedir al Papa. "Estamos estimando en torno a 200.000 personas, aunque no sabemos si se desplegarán en la plaza de San Pedro o a lo largo del cortejo fúnebre" hasta Santa María la Mayor. El responsable hizo hincapié sobre la importante caída de las temperaturas por la noche, por lo que llamó a los fieles a vestirse como "una cebolla" para poder ir añadiendo o quitando capas según lo necesiten.
Migrantes, transgéneros, pobres, prisioneros en el último adiós al Papa
Entre los asistentes, un grupo de unas 40 personas necesitadas ocuparán las escaleras de la Basílica de Santa María la Mayor con una rosa blanca en la mano para dar al Papa el último adiós, justo antes del entierro. Y ese día, los pobres, los sin techo, los presos, los transgénero, los migrantes, en definitiva, los más necesitados y en ocasiones apartados de la sociedad, dirán adiós y darán las gracias a un Papa que fue para ellos como un padre. Y "los últimos serán los primeros", en un guiño al Evangelio, gracias a la lucha de un hombre de Dios que predicaba que “los pobres tienen un lugar privilegiado en el corazón de Dios”, así como “en el corazón y en la enseñanza del Santo Padre, que eligió el nombre de Francisco para no olvidarlos nunca”, según reza el comunicado que ha emitido el Vaticano.
Protección civil además ha informado de que se colocarán cuatro pantallas gigantes en el área para que los fieles puedan seguir el funeral y el cortejo fúnebre. Tras el entierro, quien lo desee podrá pasar a rendir homenaje por la tumba de Francisco en Santa María la Mayor.
Después del funeral se activará la segunda fase del despliegue de Protección Civil, que incluye el cónclave para elegir al nuevo Papa, cuando las previsiones apuntan a un número aún mayor de fieles, que además coincidirá con otros eventos masivos como la final de la Copa de fútbol el 14 de mayo.