Montoya vivió una montaña rusa emocional en la última gala de Supervivientes. La expulsión de Carmen Alcayde, su gran apoyo dentro del concurso, dejó al exconcursante de La isla de las tentaciones completamente descolocado. Las lágrimas corrían por su rostro en pleno directo, pero fue un detalle inesperado lo que transformó el drama en comedia.
Jorge Javier Vázquez, siempre atento al directo, no dudó en advertírselo: “¡Montoya, los mocos!”. Anita, su compañera y aliada, no se lo pensó dos veces y le secó el rostro con la mano, protagonizando una escena que dejó a todos sin palabras… hasta que ella decidió llevarse la mano a la boca. “Eso es amor”, sentenció Jorge Javier entre risas.
La declaración más surrealista
Por si el gesto de Anita no había sido suficiente, el momento subió de nivel cuando el presentador le pidió a Montoya que escenificara el duelo por la marcha de Carmen. Sin pensárselo, Motonya le hizo una declaración a Anita, lo que descolocó a Jorge. “O me das un bocadillo de atún”, remató Montoya, arrancando carcajadas en plató y confirmando que, aunque afectado, su sentido del humor seguía intacto.
Complicidad sin filtros
El gesto de Anita no solo dejó claro el vínculo entre ambos, también puso de relieve la surrealista cotidianeidad que se vive en los Cayos.
En una sola gala, Montoya lo dio todo: lágrimas, drama, cariño y una frase que ya forma parte del anecdotario de Supervivientes. Porque si algo tiene este reality, es que nunca deja de sorprender.