Hay personajes que marcan una carrera… y luego está Meredith Grey. Si no que se lo digan a Ellen Pompeo, quien, durante más de dos décadas, ha sido el rostro de Anatomía de Grey, uno de los dramas médicos más longevos y famosos de la televisión, convirtiendo a su protagonista en un auténtico icono global. Mientras otros actores han ido y venido, ella ha permanecido en el mismo papel desde el estreno de la serie en 2005, algo poco habitual en Hollywood, donde las trayectorias suelen estar marcadas por la variedad. Su caso es excepcional y, aunque en los últimos tiempos su presencia en pantalla se ha reducido, la intérprete tiene claro que no piensa desvincularse de la serie que ha cambiado su vida y la catapultó a la fama.
Aunque en la temporada 19 se despedía de su personaje, Pompeo seguía ligada a la ficción como narradora. Y no solo eso, sino que finalmente regresaba en las temporadas 20 y 21, aunque en ambas participaba solo en la mitad de episodios, reafirmando su intención de continuar ligada al fenómeno que ayudaba a levantar desde su comienzo. El personaje de Meredith, junto a quien hemos reído y llorado, ha creado un fuerte vínculo con la audiencia y con ella misma. Esta es una de las razones por las que la actriz no quiere abandonar el drama médico de manera definitiva ya que "emocionalmente, la serie significa mucho para la gente. Quiero tener una actitud de gratitud hacia la serie", ha explicado la artista en una reciente entrevista con El País.
Pero este no es el único motivo. Ellen tiene claro que dejar definitivamente Anatomía de Grey no tendría sentido, ni a nivel emocional ni económico. "En 2024, la serie tuvo más de 1.000 millones de reproducciones. Más de 1.000 millones de reproducciones", ha enfatizado, explicando que las empresas dueñas de la serie y que la transmiten ganan mucho dinero con "nuestras imágenes, nuestras voces y nuestros rostros", destacando que abandonar el proyecto no tendría lógica ya que, si se fuera, "todo el mundo ganaría dinero con mi duro trabajo de 20 años y yo no recibiría nada. No tiene sentido que todo el mundo se beneficie de mi trabajo menos yo".
En los últimos años, el papel de Pompeo en en la serie médica ha ido disminuyendo, no por falta de interés, sino por una decisión personal. Su deseo de poner en primer plano su vida familiar ha sido clave en este cambio. Como madre de tres hijos, Stella Luna, Sian y Eli, de 15, 9 y 5 años, respectivamente, fruto de su matrimonio con Chris Ivery, considera que su principal enfoque debe ser su familia y estar centrada en el bienestar de los pequeños. A pesar de ello, continúa vinculada con el personaje que la catapultó a la fama y con el legado que ha dejado en su vida: "Ahora tengo un equilibrio en mi vida".
Pese a estar volcada en su vida familiar, Ellen Pompeo ha encontrado espacio para un nuevo reto profesional. La actriz protagoniza Una buena familia americana, una miniserie de seis episodios basada en hechos reales que se acaba de estrenar en Disney+. Se trata de su primer papel desde que se pusiera la bata blanca de Meredith Grey hace casi veinte años, lo que convierte este proyecto en un paso importante en su carrera.
En la ficción, interpreta a Kristine Barnett, una mujer que, junto a su marido, adopta a una niña ucraniana con una rara forma de enanismo, aunque pronto comienzan a sospechar que en realidad es una adulta que podría poner en riesgo a su familia. Un personaje alejado del registro que la hizo famosa y que le ha supuesto todo un desafío. "Hay una presión tremenda sobre mí. ¿Por qué alguien creería que podría hacer algo distinto a interpretar a Meredith Grey, yo misma incluida?", confesaba en una entrevista con Vanity Fair. A pesar de sus preocupaciones, eligió abordar este proyecto por la profundidad emocional y el desafío que representa: "Tenía que darlo todo, no podía quedarme a medias", reconociendo además que "fue emocionante y aterrador al mismo tiempo”.
La artista confesaba que "fue importante para mí como actriz hacer algo que me asustara. Interpretar a alguien que no es necesariamente el personaje más simpático fue un desafío". Sim embargo, todo esfuerzo tiene su recompensa y la actriz se muestra satisfecha con el resultado: "he trabajado mucho y me siento orgullosa”, ha asegurado en El País. Un nuevo paso con el que Pompeo demuestra que, aunque no haya dejado atrás definitivamente Anatomía de Grey, sí está dispuesta a explorar otros caminos.
Después de dar un giro a su carrera, Pompeo, de 55 años, afronta lo que viene con una visión renovada y más optimista que la que tenía en sus primeros años en la industria, segura de que las actrices, al hacerse mayores, tengan dificultad para encontrar personajes interesantes. "Cuando eres muy joven en Hollywood, te contratan por tu talento, pero también por tu belleza. No te contratan por tu belleza a los 50, lo hacen solo por tu complejidad y tu talento. Sin duda, las mujeres son más complejas e interesantes a medida que envejecen y también lo son los papeles", ha afirmado. Como se suele decir, la veteranía es un grado, y ahora, más allá de cualquier estereotipo superficial, la edad ha hecho que Ellen se sienta reconocida y apreciada únicamente por su talento y su trayectoria.