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La noche de este martes en Supervivientes: Tierra de Nadie dejó uno de los momentos más emocionantes de la edición. Montoya, quien hace solo unos días había sido evacuado de urgencia por motivos médicos, no solo confirmó su recuperación y retorno al concurso, sino que además se convirtió en el concursante más votado para quedarse, consolidando su posición como uno de los grandes favoritos de esta edición.
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Aún conmovido por los recientes acontecimientos, el andaluz no pudo evitar romper a llorar al escuchar su nombre. “Aquí estoy, hasta que ustedes quieran”, dijo al haberse salvado.
Del hospital al corazón de los espectadores
El estado de salud de Montoya había encendido todas las alarmas. Tras varios episodios de fiebre alta y malestar general, el concursante fue evacuado para ser tratado y observado por el equipo médico del programa. Una situación límite que, sumada al desgaste emocional de las últimas semanas parecía poner en peligro su permanencia en el reality.
Sin embargo, tras una evolución favorable y la desaparición de los síntomas, los médicos dieron luz verde para su regreso. Fue Carlos Sobera quien, leyendo el parte médico, anunció la noticia: “La buena respuesta al tratamiento y la desaparición de los síntomas permiten que regrese con sus compañeros”.
Momento clave en la ceremonia de salvación
La ceremonia de salvación se desarrolló sobre la estructura conocida como El abismo de Poseidón, suspendida sobre el mar. Los cuatro nominados —Montoya, Anita Williams, Carmen Alcayde y Koldo Raya— esperaban el veredicto del público. Laura Madrueño fue cortando una a una las cuerdas que mantenían a los nominados suspendidos. Una tras otra cayeron Carmen, Anita y Koldo… dejando a Montoya como el único que permanecía en pie.
Su reacción fue instantánea: cayó de rodillas, se cubrió el rostro con las manos y se dejó llevar por la emoción. “Gracias, España entera”, exclamó en un gesto que confirmaba el enorme apoyo del público.
Montoya no solo regresa físicamente recuperado, también lo hace reforzado anímicamente. Tras confesar hace apenas unos días sus ganas de abandonar el concurso, la salvación de esta semana representa un punto de inflexión. Su permanencia es ahora más sólida y su vínculo con la audiencia, más evidente.
“Está haciendo historia con sus salvaciones”, apuntaba Carlos Sobera durante la gala. Y no es para menos: cada vez que ha estado nominado, el sevillano ha logrado salvarse, convirtiéndose en un verdadero superviviente, tanto dentro como fuera del juego.
Con Montoya fuera de la lista de nominados, la expulsión del jueves se decidirá entre Anita, Carmen y Koldo. Mientras tanto, la isla respira una calma momentánea tras una semana impulsada por la incertidumbre y las emociones a flor de piel. Lo que es seguro es que, pase lo que pase, Montoya ha demostrado que está dispuesto a luchar hasta el final. Y que cuenta con el respaldo de toda una audiencia que, por ahora, quiere seguir viéndole en la aventura.