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Cada año, Stella del Carmen disfruta en Málaga de la Semana Santa, una tradición que vive desde niña gracias a su padre, Antonio Banderas, apasionado de su tierra y mayordomo de la Hermandad de Lágrimas y Favores. Nacida en Marbella, en 1996, Stella voló desde Los Ángeles, donde reside habitualmente, para reencontrarse con el actor en un momento muy especial de su vida, en plena cuenta atrás de su boda con Alex Gruszynski, el amor de su infancia, con quien se comprometió el pasado agosto.
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De hecho, el joven empresario viajó con su novia de nuevo —también estuvo el pasado año—, aunque esta vez acompañado también de su familia. Su padre, cineasta y actor de origen polaco de su mismo nombre, y su hermana Adaline, amiga y futura cuñada de Stella, que el pasado marzo estuvo en el fin de semana de su despedida de soltera en un viñedo. A los futuros consuegros se los vio charlando animadamente, en uno de los balcones de la calle Larios, donde siguieron las procesiones y, de seguro, Antonio ejerció de anfitrión para su familia política, mostrándoles todas las costumbres de su ciudad natal. Junto a él, inseparable desde hace casi once años, su novia, Nicole Kimpel, otra ferviente admiradora de la Semana Santa.
La historia de amor de la pareja, que se conoce desde que fueron juntos a la escuela infantil, ha pasado por diferentes etapas hasta llegar a este momento. Comenzaron a salir en 2015 y estuvieron juntos hasta 2019. Tras romper, Stella se enamoró de Eli Meyer, hijo de Ronald Meyer, el popular ejecutivo de entretenimiento estadounidense y ex agente de talentos. Sin embargo, su corazón seguía latiendo por Alex y se dieron una segunda oportunidad, tal y como confirmaron en San Valentín de 2023, con un apasionado beso.
El futuro yerno de Antonio Banderas es CEO de la empresa It’s Nova. Cursó Administración de Empresas en la Wake Forest University, en Carolina del Norte. Más adelante, continuó sus estudios en el sur de California, especializándose en el sector inmobiliario. Alex es, además, un apasionado del séptimo arte, llegando incluso a hacer prácticas en el departamento de producción de Anonymous Content, empresa de entretenimiento estadounidense fundada, en 1999, por el director ejecutivo Steve Golin y que ha intervenido en numerosas películas y series de éxito.