Tamara Falcó e Íñigo Onieva han cumplido con una de sus tradiciones más instauradas, desde que comenzaron a salir: hacer una escapada especial en Semana Santa. Grandes amantes de los viajes por el mundo, en esta ocasión, los marqueses de Griñón fijaron su destino en uno de los lugares predilectos de la hija de Isabel Preysler, el santuario de la Virgen de Medjugorje, que ya ha visitado en otras ocasiones, como gran devota de la virgen que es. Durante años, no ha ocultado su pasión por peregrinar a los distintos lugares donde, a lo largo de los siglos, ha protagonizado apariciones, siendo el santuario de Lourdes uno de sus lugares de recogimiento predilectos.
Aunque este tipo de viajes los ha hecho históricamente en solitario o con amigas, lo cierto es que, desde hace tiempo, rondaba en su cabeza la idea de visitar este lugar de culto junto a su marido, quien no solo respeta la devoción de su mujer, sino que en diferentes ocasiones la ha acompañado. Esta Semana Santa es un buen ejemplo de ello.
El matrimonio puso rumbo a Bosnia-Herzegovina, donde se encuentra el santuario de la Virgen de Medjugorje, que la marquesa ya conocía
Hace unos días, tal y como se observa en las fotos a las que ha tenido acceso ¡HOLA! en exclusiva, el matrimonio de aristócratas ponía rumbo a Bosnia-Herzegovina en avión, para disfrutar de unos días de fe y religión en la Iglesia de Medjugorje. Un templo que se ha convertido en uno de los lugares que más fieles peregrinos, venidos de todo el mundo, congrega y famoso por sus apariciones marianas. Viajaron en compañía de Nikola e Irene, organizadores de las peregrinaciones a este lugar.
El beso a pie de pista
Intercambiando gestos de cariño y vestidos a juego, con gorras y gafas de sol —para intentar pasar desapercibidos—, despejaron cualquier rumor en su relación con un romántico y apasionado beso a pie de pista. Poco amigos a escenificar su amor de esta manera, no hay duda de que ya no les importa lo que opinen de ellos y de su relación.
Ante la Reina de la Paz, la pareja cumplió con algunas de las tradiciones de la Semana Santa, acompañados de varios cientos de católicos
Durante las últimas semanas, las especulaciones acerca de un distanciamiento entre ambos han ido cogiendo fuerza, sobre todo desde la famosa 'espantá' de Íñigo en San Valentín, más tarde desmentida por la propia Tamara, quien confesó haber pasado la noche de los enamorados con su marido.
Ante la Reina de la Paz, otro de los nombres con el que se conoce a esta virgen de origen bosnio, la pareja ha cumplido con algunas de las tradiciones de la Semana Santa, acompañados de varios cientos de católicos deseosos de profesar su fe.