Todas las miradas están puestas en el Vaticano desde la muerte del papa Francisco. El camarlengo, cardenal Kevin Farrell, Prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, fue el encargado de anunciar la muerte del Pontífice el pasado lunes 21 de abril de 2025 a las 7:35 de la mañana. Un día después de su fallecimiento y poco después de que el Vaticano publicara las primeras fotos del féretro con los restos mortales del Santo Padre en la capilla de Casa Santa Marta, donde residía, se ha dado a conocer que el funeral por el sumo pontífice se celebrará el próximo sábado 26 de abril a las 10 de la mañana en la Basílica de San Pedro.
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Según la prensa italiana, se espera la asistencia de medio millón de fieles venidos de todo el mundo. Varios jefes de Estado y de Gobierno ya han confirmado que participarán en la despedida del papa Francisco. La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, ha cancelado su agenda internacional para los próximos días para poder asistir el sábado al funeral. El presidente francés, Emmanuel Macron, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, junto a su esposa Melania, así como su homólogo en Ucrania, Volodímir Zelenski, también tienen previsto viajar a Roma para estar presentes en las honras fúnebres. Hasta 70 jefes de Estado y una decena de monarcas podrían asistir, al igual que ocurrió durante las exequias de Juan Pablo II.
El féretro del papa Francisco, que en estos momentos se encuentra en la Casa Santa Marta, será trasladado mañana a la Basílica de San Pedro a las 9:00 de la mañana, según ha confirmado el Vaticano. Antes del traslado del cuerpo sin vida del pontífice, se ofrecerá una oración, presidida por el camarlengo, cardenal Kevin Farrell, máxima autoridad vaticana durante la sede vacante, el periodo entre la muerte de un Papa y la elección del siguiente. “La procesión pasará por la Piazza Santa Marta y la Piazza dei Protomartiri Romani; desde el Arco de las Campanas saldrá a la Plaza de San Pedro y entrará en la Basílica Vaticana por la puerta central”. Una vez en el altar de la Confesión, "el cardenal Camarlengo presidirá la liturgia de la palabra, tras la cual se iniciarán las visitas al cuerpo del Romano Pontífice". La capilla ardiente estará abierta durante tres días para que los fieles puedan darle su último adiós.
Por expreso deseo del Pontífice, las exequias seguirán un ritual sencillo antes de recibir sepultura ese mismo día en la basílica Santa María la Mayor de Roma. Jorge Mario Bergoglio quiso cambiar una tradición centenaria e hizo algunas modificaciones en el protocolo de despedida para hacerlo más sencillo y "como cualquier hijo de la Iglesia". El Papa Francisco eliminó la tradición de usar tres ataúdes y catafalco. En su lugar, solo se utilizará uno y su cuerpo no será presentado en el catafalco, puesto que quiso que la ceremonia fuera más simple, tal como lo estipuló en abril de 2024, en una petición publicada en noviembre de ese mismo año en el Ordo Exsequiarum Romani Pontificis. "El papa Francisco pidió, como él mismo declaró en varias ocasiones, simplificar y adaptar algunos ritos para que la celebración de las exequias del obispo de Roma expresara mejor la fe de la Iglesia en Cristo resucitado. El rito renovado, además, debía subrayar todavía más que las exequias del romano pontífice son las de un pastor y discípulo de Cristo y no las de un poderoso hombre de este mundo", se podía leer en el comunicado emitido por el Vaticano.