El exportero argentino y colaborador de El Chiringuito, Hugo Orlando Gatti, conocido popularmente como 'El Loco', falleció este domingo a los 80 años en el Hospital Pirovano de Buenos Aires, tras una prolongada y compleja batalla contra diversas complicaciones médicas derivadas de una cirugía de cadera. La noticia de su partida ha conmovido profundamente tanto al mundo del deporte como al del espectáculo, donde Gatti dejó una huella imborrable gracias a su carisma y su inconfundible estilo como tertuliano.
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Su fallecimiento se produjo semanas después de que no lograra superar un delicado postoperatorio, tras haber sido intervenido por una fractura de cadera sufrida durante una caída mientras paseaba a su perro. La operación derivó en un cuadro clínico severo: contrajo un virus que le provocó una neumonía e insuficiencia renal. Luego de más de un mes internado en cuidados intensivos, y ante la irreversibilidad de su estado, su familia tomó la difícil decisión de suspender el soporte vital.
Una vida intensa dentro y fuera de los campos de fútbol
Hugo Gatti fue mucho más que un guardameta. Fue un personaje único, un provocador nato y un auténtico revolucionario tanto dentro como fuera del campo. Su carrera profesional, que se extendió entre 1962 y 1988, lo llevó a defender los colores de clubes como Atlanta, River Plate, Gimnasia y Esgrima La Plata, Unión de Santa Fe y, sobre todo, Boca Juniors, donde se consagró como una verdadera leyenda. Con el Xeneize conquistó dos Copas Libertadores (1977 y 1978), una Copa Intercontinental y múltiples títulos locales.
En el plano estadístico, aún ostenta marcas impresionantes: el récord de partidos disputados en el fútbol argentino (765) y el de penales atajados (26), hitos que hablan tanto de su longevidad como de su talento bajo los tres palos.
Pero si algo definía a Gatti era su estilo audaz y desafiante, que lo convirtió en pionero del concepto de “portero-jugador”. No dudaba en salir del área, tomar riesgos y convertir cada captura del balón en un espectáculo. Su melena larga, su clásica conta de pelo y su personalidad irreverente lo transformaron en un ídolo tan carismático como controvertido. Aunque una lesión lo dejó fuera del Mundial de 1978, su legado va mucho más allá de una convocatoria.
Tras colgar los guantes, Gatti se reinventó como comentarista y tertuliano en programas como Punto Pelota y El Chiringuito de Jugones, donde se ganó un nuevo público con su simpatía, sus opiniones afiladas y su pasión por el debate. Fue especialmente conocido por su férrea defensa de Cristiano Ronaldo, por encima de su compatriota Lionel Messi, lo que le valió tantas discusiones como admiradores.
La pérdida de su mujer: un duro mazazo
La salud de Gatti ya se había visto resentida en 2020, cuando superó una complicada neumonía bilateral provocada por el COVID-19. En junio de 2024 sufrió uno de los golpes más duros de su vida: el fallecimiento de su mujer, Nacha Nodar, con quien estuvo casado durante 54 años. Meses después, él mismo confesó en una entrevista: “Cuando estaba viva la quería matar… y ahora no puedo vivir sin ella”. Desde ese momento, como dijo su hijo Lucas, “ya no era Superman”.
Acompañado por sus hijos Federico y Lucas durante su ingreso, Gatti falleció en paz, según palabras de su familia. Lucas declaró: “Mi padre se fue el día que murió mamá. Desde ese día ya no era Superman. Era un tipo diferente, un genio. Lo llamaban 'loco', 'polémico', pero era puro, legítimo, original. Como arquero, como padre, como marido. No hay forma de explicarlo. Él cambió el fútbol”.
Reacciones a su muerte
La muerte de Gatti generó una ola de mensajes sentidos tanto en Argentina como en España, donde su figura era reconocida incluso por las nuevas generaciones. En redes sociales, fans, periodistas, exfutbolistas y personalidades del espectáculo recordaron su legado y su carácter indomable.
Josep Pedrerol: "Era vuestro loco, y el nuestro"
El conductor de El Chiringuito de Jugones, Josep Pedrerol, le dedicó una emotiva despedida en directo. “Nos ha dejado el Loco Gatti. Peleó muchos días, y al final nos dijo adiós. Era políticamente incorrecto, imprevisible, muy nuestro. Le conocí hace 18 años y fue único”. Pedrerol recordó también que Gatti soñaba con jugar en el Real Madrid y que, tras la muerte de su esposa, “se manejaba regular”. Cerró el programa diciendo: “Hoy ha ganado su Madrid. Este programa es para ti, amigo. Te queremos”.
Osvaldo “Pato” Fillol: abrazo eterno de arco a arco
Uno de sus grandes rivales deportivos, el también legendario portero Osvaldo Fillol, se despidió en redes con una frase cargada de simbolismo: “Un eterno abrazo de arco a arco, querido Loco”. Fillol y Gatti representaron dos estilos antagónicos en la historia del fútbol argentino, y su rivalidad marcó una época.
El mundo del fútbol, conmocionado
En redes, miles de usuarios compartieron imágenes de sus logros bajo los palos, sus frases célebres y sus locuras dentro del campo. “Se fue el más rockero de los arqueros”, publicó un usuario. Otro recordó su icónica frase antes de salir a la cancha como delantero improvisado: “Permiso que juega el maestro”. También fue tendencia en X (ex Twitter) el hashtag #GraciasLoco, acompañado por videos de sus intervenciones más recordadas.
Incluso figuras actuales como Emiliano “Dibu” Martínez, con quien Gatti había tenido intercambios polémicos, le dedicaron palabras de respeto: “Lo suyo fue otra era, otro estilo. Pero siempre fue fiel a sí mismo. Eso se respeta”.
Hugo Gatti fue un guardameta que rompió moldes, un personaje que trascendió el deporte y un tipo con una autenticidad hoy en vías de extinción. Hoy el fútbol despide a uno de sus últimos románticos. Y las tribunas, por un instante, guardan silencio. Porque se fue Gatti. Porque se fue El Loco.