En el último programa de Supervivientes: Conexión Honduras, las tensiones acumuladas en los Cayos Cochinos estallaron en directo durante una nueva edición del Oráculo de Poseidón. El epicentro del conflicto lo protagonizaron Makoke y Carmen Alcayde, dos rostros televisivos de largo recorrido que han compartido platós durante años, pero que esta vez evidenciaron que su vínculo se ha deteriorado irremediablemente.
“Ya no hay amigas de tele ni nada”
La discusión se originó a raíz de una nominación: Carmen Alcayde no podía ocultar su decepción al descubrir que había sido elegida por Makoke. “No me lo esperaba. Creo que ha sido lo fácil. Yo te he defendido hasta la muerte aquí porque eres compañera mía desde hace muchos años en televisión”, reprochó la excolaboradora de Sálvame.
Carmen lamentó que Makoke no la respaldara en momentos difíciles: “El otro día me pusieron todos a caldo y no dijiste nada”, añadió, refiriéndose a un episodio reciente en la playa en el que fue cuestionada por el resto del grupo. Su decepción no tardó en traducirse en una frase rotunda que zanjó cualquier posibilidad de reconciliación inmediata: “Ya queda claro que ni amigas de tele ni nada”.
Makoke se defiende, Montoya interviene
Por su parte, Makoke trató de justificar su postura asegurando que está actuando de la manera más equilibrada posible dadas las tensiones entre los dos grupos de la isla. “No se puede compaginar mejor”, expresó, intentando restar peso a la polémica.
Sin embargo, la intervención de Montoya, quien se ha convertido en uno de los grandes apoyos de Carmen dentro del reality, avivó aún más el fuego. “Esta mujer es mi familia y lo que se le hace a mi familia…”, comentó en su defensa, dejando clara su posición en el conflicto.
Una grieta que parece irreparable
A pesar del intento de mantener las formas en medio del cruce de palabras, ninguna de las dos logró acercar posturas. La conversación dejó al descubierto que la relación entre Makoke y Carmen Alcayde ya no es lo que era. La complicidad televisiva que habían compartido en el pasado parece haber quedado enterrada en la arena de Honduras.
Ahora, el reality avanza con una nueva dinámica entre los concursantes y una clara división entre antiguas aliadas. La pregunta que queda en el aire es si habrá espacio para la reconciliación o si esta ruptura marcará definitivamente el rumbo de su convivencia.