El papa Francisco, fallecido hoy lunes 21 de abril de 2025 en Roma, vivió una vida personal marcada por su profunda humildad, su dedicación al trabajo y su compromiso con los más necesitados. Nacido el 17 de diciembre de 1936 en Buenos Aires, Argentina, con el nombre de Jorge Mario Bergoglio, fue el primogénito de cinco hermanos. Hijo de emigrantes italianos que se establecieron en el barrio de Flores, en la capital argentina, su familia tenía raíces profundas en la región de Piamonte. Su abuelo, Giovanni Angelo Bergoglio, emigró desde Italia a Argentina en los años 20, buscando nuevas oportunidades. Su padre, Mario José Bergoglio, trabajó en el ferrocarril, mientras que su madre, Regina María Sívori, se dedicaba al hogar y al cuidado de sus hijos.
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El mayor de cinco hermanos
El Papa Francisco era el mayor de cinco hermanos: Alberto Horacio, Marta Regina, María Elena y Óscar Adrián. De todos ellos, la única que sobrevive es María Elena, quien reside en Argentina y alejada del interés mediático -Alberto falleció el 15 de junio de 2010, Óscar el 25 de octubre de 1997 y Marta, el 11 de julio 2007-. “La vida de mi familia ha conocido muchas penurias, sufrimientos, lágrimas, pero incluso en los momentos más duros experimentamos que una sonrisa, una carcajada, podían arrancarnos la energía necesaria para retomar el camino”, reflexionaba en uno de los capítulos de su autobiografía Esperanza. El Sumo Pontífice recordaba que su padre falleció cuando su hermana pequeña María Elena aún era una chiquilla adolescente.
Su padre, al igual que él, era un apasionado del fútbol y seguidor del club San Lorenzo, y murió a consecuencia de un infarto que sufrió mientras veía un partido de fútbol en el estadio con su hijo Alberto. Por aquel entonces, el Papa estaba con la orden de los Jesuitas y llegó a tiempo para despedirse de su progenitor, que falleció días después, el 24 de septiembre de 1961, con apenas 53 años. Fue un duro golpe para toda la familia y entonces Francisco pasó inevitablemente de ser el hermano mayor a ser casi un padre para su hermana María Elena. "Estar lejos de mi hermana es quizá uno de los sacrificios más grandes que he hecho", decía en el libro, en el que señalaba que la seguía llamando todos los domingos por la noche. María Elena, a sus 76 años, vive en Argentina, está muy delicada de salud y los médicos desaconsejaron que viajara a Italia porque consideraban que eso podría agravar su estado de salud.
Un sobrino nieto futbolista
El resto de la familia de Francisco la formaban sus sobrinos. José Bergoglio es hijo de su hermana María Elena y ha tenido una relación cercana con su tío a lo largo de los años. De hecho, creó una fundación en honor a él llamada "Haciendo lío", un nombre inspirado en las palabras del papa Francisco durante la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro en 2013, donde dijo: "Hagan lío". Esta fundación busca promover valores de solidaridad y acción social, siguiendo el ejemplo del Pontífice. María Elena también tiene otro hijo, al que llamó Jorge. Por parte de su hermana Marta tuvo dos sobrinos, José Luis Narvaja, que se ordenó sacerdote, y Pablo, que se dedica a la enseñanza.
A su vez tiene un sobrino nieto futbolista Felipe Bergoglio es un futbolista argentino de 20 años que juega como defensa en el Castiglione 1919, un club de la región de la Toscana, Italia. El abuelo del jugador, Jorge Bergoglio, era primo directo del Pontífice. El joven recuerda que no tenía diez años cuando nombraron a su tío abuelo Papa.
Técnico químico y licenciado en Filosofía
Desde joven, Jorge Mario Bergoglio mostró interés por la religión y la filosofía, aunque también se diplomó como técnico químico y se licenció en Filosofía en 1963 antes de decidir seguir el camino del sacerdocio. Fue ordenado sacerdote en 1960, luego se convirtió en provincial de los jesuitas de Argentina, en obispo auxiliar y en 1998 arzobispo de Buenos Aires, elevado a la categoría de cardenal, título que le otorgó Juan Pablo II. Desde el día 13 de marzo de 2013 se convirtió en obispo de Roma y 266º Papa de la Iglesia Católica, sucediendo al papa Benedicto XVI tras su renuncia.
Su vida también estuvo marcada por algunos problemas de salud en su juventud, como la extirpación de parte de su pulmón derecho debido a una infección respiratoria grave cuando tenía 21 años. Según contó en una ocasión, una enfermera lo salvó al duplicar la cantidad de medicamentos que le habían administrado. A pesar de esta dolencia, mostró una notable fortaleza y resiliencia, continuando con su formación y plena dedicación al sacerdocio.
Apasionado del fútbol, el tango y la ópera
Además de ser un apasionado del fútbol, era un ferviente seguidor del club argentino San Lorenzo de Almagro, conservaba su carnet de socio del equipo y disfrutaba viendo partidos siempre que podía. En su juventud, le encantaba bailar tango, un baile típico de su Argentina natal, y entre sus artistas favoritos se encontraba Carlos Gardel. Aunque en sus últimos años bromeaba diciendo que ya no bailaba porque tenía "los pies de plomo". También tenía un gusto especial por el cine y la poesía, lo que mostraba su lado más reflexivo y artístico. Entre sus pinturas favoritas estaba el cuadro La crucifixión blanca, de Chagall. Una de sus películas preferidas era La Strada de Fellini. Mozart, Wagner, Bach y Beethoven tocaban las melodías que más le gustaban a Francisco, que comenzó a amar la música cuando escuchaba ópera lírica en la radio con su madre todos los sábados a las dos de la tarde desde que era un adolescente.