Discretos y siempre alejados del foco mediático, Isabel Jiménez y Álex Cruz han sorprendido dando nuevos pasos hacia delante en su decisión de separarse. La presentadora de Informativos Telecinco y el ingeniero almeriense han decidido tomar caminos distintos, al menos por ahora, en una decisión que, según su entorno más cercano, no está tomada de forma definitiva. “Es una situación dura y compleja, y la decisión no está tomada”, aseguraban a ¡HOLA!. Lo cierto es que, aunque han evitado hacer declaraciones públicas, sí han comenzado a tomar decisiones significativas que apuntan a un nuevo escenario.
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Por un lado, Álex ha dejado de formar parte de la sociedad que ambos compartían desde 2015: Con Alma y Limón S.L.. Esta empresa, dedicada a la gestión de derechos de imagen y vinculada al desarrollo profesional de Isabel, ha pasado a ser una sociedad unipersonal. Álex ya no figura en ningún cargo, ni siquiera como apoderado, pese a que la compañía mantiene una buena salud financiera, con un activo cercano a los 200.000 euros y una facturación anual de 275.000 euros. La reorganización también ha alcanzado su patrimonio inmobiliario.
La pareja cuenta con dos viviendas: una en Madrid, que reformaron con esmero, y otra en Almería, su tierra natal y lugar habitual de veraneo. Según ha trascendido, ambas propiedades quedarían ahora, en su mayoría, a nombre de Isabel, según informaciones publicadas por Vanitatis. Unos movimientos que se han llevado a cabo con discreción y fuera de la capital, justo una semana antes de que se hiciera pública la separación, lo que refuerza la idea de que llevaban tiempo gestionando esta transición.
Casados desde 2009, Isabel y Álex comenzaron su historia de amor tres años antes de dar el paso al altar. Desde entonces han formado una familia con dos hijos, Hugo y Dani, de seis y cuatro años respectivamente, a quienes ambos consideran su prioridad absoluta. “Sabía que Álex iba a ser muy buen padre, porque es muy niñero, pero ha ido más allá de lo que me pude imaginar. Se levanta a las cuatro de la mañana, cambia pañales… hace lo que haga falta y estamos al mismo nivel”, confesaba Isabel hace un tiempo, orgullosa de la implicación de su pareja en la crianza.
La periodista, que vive uno de los momentos más consolidados de su carrera y es también cofundadora de la marca Slowlove, está centrada en sus hijos y en su entorno más íntimo, del que forman parte sus amigas de la infancia, su familia y, por supuesto, Sara Carbonero, con quien mantiene una relación fraternal. “Comadres”, como se llaman entre ellas, han sido apoyo mutuo en todas las etapas vitales.
Por el momento, ni Isabel ni Álex se han pronunciado directamente sobre la ruptura. Él, muy celoso de su vida privada, mantiene sus redes sociales cerradas, mientras que ella ha seguido compartiendo algunas pinceladas de su día a día profesional sin hacer referencia al tema. “Están separados temporalmente. No hay terceras personas”, insisten sus allegados.